Por VIX
La natación está llena de beneficios para la salud. Mantiene el ritmo cardíaco en los niveles adecuados, aumenta la resistencia, mejora la flexibilidad y elasticidad, y fortalece los músculos.
En los bebés, particularmente, es un aprendizaje que hace maravillas por su crecimiento, puesto que desarrolla sus habilidades físicas y cognitivas.
De acuerdo con los especialistas, la edad indicada para su primer chapuzón es después de los 6 meses. No obstante, antes de inscribirlo a cualquier actividad, es necesario consultar a su pediatra de cabecera para asegurarte de que tu pequeño puede estar en una piscina.
Te mostramos 7 beneficios clave que la natación tiene para tu pequeñito.
#1 Funcionamiento cognitivo
Al nadar, el bebé moverá los brazos y las piernas constantemente. Un estudio realizado por la Universidad de Griffith, en Australia, descubrió que dichos movimientos ayudan a que su cerebro crezca y genere más conexiones neuronales.
A largo plazo, esto mejora sus habilidades de lectura, facilita el desarrollo del lenguaje, potencia su aprendizaje académico y aumenta su conciencia espacial.
Según los especialistas, los niños que aprenden a nadar a una edad temprana, presentan un mayor avance en su desarrollo físico y mental en comparación con aquellos que no lo hacen.
Es una experiencia única que rendirá frutos por el resto de su vida.
#2 Aumenta la confianza
Generalmente, las clases de natación incluyen juegos acuáticos, canciones, contacto directo con los instructores y actividades que involucran a otros pequeñitos.
Estos elementos, además de proporcionar diversión y entretenimiento, aumentan sus niveles de confianza y autoestima, explica una investigación publicada en Wiley Online Library.
El artículo confirmó que los bebés que habían tomado lecciones desde los 6 meses hasta los 4 años de edad, podían adaptarse con facilidad a situaciones estresantes, eran más independientes y contaban con mayor autocontrol.
Además presentaban una mejor relación con sus padres y contaban con un deseo más fuerte de triunfar.
#3 Desarrolla sus músculos
Gracias a este aprendizaje, tu pequeñito podrá mantener la cabeza erguida, moverá los brazos y las piernas con facilidad y trabajará en su capacidad de coordinación y equilibrio.
El sitio especializado Swimming.org señala que la natación no solo mejora su fuerza muscular, también trabaja sus articulaciones, previene enfermedades cardiovasculares y fortalece el corazón, los pulmones, el cerebro y los vasos sanguíneos.
#4 Buen comportamiento
Un artículo publicado en la revista Paediatrics & Child Health afirma que las lecciones de natación mejoran el comportamiento de los pequeños a medida que crecen.
El estudio arrojó que los niños que recibían clases una o dos veces a la semana, presentaban una buena conducta dentro y fuera de la piscina, seguían órdenes más fácilmente y eran capaces de controlar sus emociones con inteligencia y empatía.
#5 Mejora los patrones de sueño
Nadar requiere de mucha energía y esfuerzo. Al estar en un entorno nuevo, los bebés usan toda su fuerza e impulso para mantenerse a flote y poder desplazarse en el agua.
Healthline menciona que al ser una actividad tan exhaustiva para su cuerpecito, es probable que el bebé se sienta somnoliento o cansado después de una clase. Esta es una excelente oportunidad para crear una rutina de descanso y mejorar sus patrones de sueño.
#6 Habilidades motoras finas
La Organización Water Babies, en Reino Unido, subraya que perseguir juguetes y sujetarlos en el agua, estimula las habilidades motoras finas del bebé y facilita el movimiento de muñecas, manos, dedos y pies.
#7 Reduce el riesgo de ahogamiento
Aprender a nadar ayudará a que tu pequeño sepa cómo reaccionar ante una situación de peligro, como caer en la piscina accidentalmente.
La Academia Americana de Pediatría explica que el ahogamiento es una de las principales causas de muerte infantil, las clases de natación reducen el riesgo significativamente y lo mantienen a salvo.
Finalmente, recuerda que los recién nacidos y los bebés nunca deben quedarse solos alrededor de una piscina, bañera o lago.
Un niño puede ahogarse incluso en una pulgada de agua, tómalo en cuenta y bríndale todas las medidas precautorias necesarias.
Ya que conoces todos los beneficios de aprender a nadar, platica con su médico sobre esta actividad e inscribelo lo antes posible.
Entre más pronto empiece con este aprendizaje, las ventajas serán mayores. Tenlo presente.
Y tú ¿qué esperas para implementar esta actividad? ¡Tu bebé te lo agradecerá!