Revista MJ

La pandemia cambió la música latina para siempre y deja gran cuenta pendiente

Dic 21, 2020 | Noticias Recientes

Daniel Rosales

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Por EFE

Artistas, productores y ejecutivos están convencidos de que 2020 aceleró cambios que se gestaban en la música latina, y no solo los consolidó sino que predicen que los ha hecho permanentes y se verán claramente en 2021.

Así lo afirmaron a Efe Lex Borrero, principal ejecutivo de la productora multimedia Neon, artistas como Camilo, Prince Royce, Kany García, Ricky Martin y Pablo Alborán, y productores como Ovy on The Drums, entre otros.

“Este año los artistas debimos replantearnos la relación con el público. Al no poder conectarnos en el escenario, las redes se convirtieron en la única forma en la que nos podemos comunicar”, indicó Royce.

“Este fue el año en que tuve que quitarme la vergüenza de bailar y superar la sensación de que estoy haciendo el ridículo”, reconoció Camilo, quien con 19,1 millones de seguidores es el artista latino más popular en la plataforma TikTok.

“TikTok se convirtió en una de las herramientas principales de promoción de música”, dijo Royce, quien sorprendió a sus fans al mostrar su desconocido lado más chistoso durante la pandemia de covid-19.

Los artistas latinos finalmente comenzaron a entender “que la gente hoy en día se conecta a las historias de sus ídolos. La música sola no es suficiente”, expresó Borrero.

“Muchos en la música anglo ya lo habían captado. Ha sido el pilar de la carrera de Beyonce y Jennifer López, por ejemplo”, indicó el ejecutivo, quien antes de lanzar Neon con Tainy formaba parte del liderazgo de Roc Nation, la empresa de Jay Z.

Como ejemplo pone a Bad Bunny. En su primer disco del año, «YHLQMDLG», dio a entender que se retiraría. Su tercer álbum, «El último tour del mundo» parecía confirmarlo, hasta que el artista lo desmintió.

Algo similar hizo Maluma con el lanzamiento de “HAWÁI” y un supuesto triángulo amoroso entre su exnovia, la modelo y DJ Natalia Barulich, y el futbolista Neymar.

NO TODO PUEDE SER REGUETÓN

Discos como “Vértigo” (Pablo Alborán), “Cumbiana” (Carlos Vives), “Las locuras mías” (Silvestre Dangond), “Pausa” (Ricky Martin) y “Mesa para dos” (Kany García), entre otros, fueron descritos por sus creadores como los más “auténticos” de sus carreras.

Martin y García, nominados al Premio Grammy 2021 en la categoría de mejor disco de Pop/Urbano latino, coincidieron en que estas producciones fueron la respuesta a la ansiedad de los primeros días de la pandemia.

“Me habría vuelto loca si no hubiese hecho ´Mesa para dos´. Trabajar con otros artistas y con Julio (Reyes Copello, el productor) me mantuvo cuerda”, expresó García sobre su álbum de duetos.

Martin aplazó el disco que tenía previsto para 2020 y se dedicó a hacer “Pausa”. “Es un disco que no hice pensando en el mercado, sino en lo que yo necesitaba expresar”, afirmó el astro puertorriqueño.

Alborán fue otro de los que decidió tirar por la borda los límites de producciones anteriores. “´Vértigo´ es el disco más experimental que he hecho. Incorporé sonidos vintage. También trabajé mi voz de una forma diferente”, indicó el cantautor español.

Para hacer “Cumbiana”, Vives acudió a una biblioteca de sonidos industriales de los 70. Dangond quiso retomar instrumentos que había tocado anteriormente y rescatar los sonidos digitalmente. Rozalén, por su parte, se fue al pop y disco de los años 70 para algunos arreglos.

“Esta forma de hacer música que muchos descubrimos en la cuarentena ha sido transformadora, al menos para mí. Hablando con compañeros me he dado cuenta de que no volveremos a crear con la prisa y los filtros de antes”, aseguró Alborán, quien además este año reveló que es homosexual.

Para Royce y Camilo, la popularidad de la nostalgia también se está expresando en el retorno a los ritmos tradicionales. Ambos lograron grandes éxitos con bachatas y pronostican que más y más géneros latinos regresarán a las listas de popularidad musical.

“De vuelta pa´la vuelta”, la salsa que sacaron la semana pasada Marc Anthony y Daddy Yankee, es un ejemplo. “Reinventaron un género que es amado por todos y lo acompañaron de un gran vídeo. Es lo que viene, más, mejor y más diverso. No todo tiene que ser reguetón”, indicó Royce.

Los artistas coinciden en que las historias son importantes hasta para las letras. “Las canciones que realmente se pegan son las que logran llevar a los fans a un momento de la vida con la que se pueden identificar”, aseguró el productor Ovy on The Drums, artífice de los tres últimos discos de Karol G.

UNA GRAN CUENTA PENDIENTE

En 2020 también se vio una explosión de las disqueras pequeñas independientes. Muchos de los artistas más exitosos del año no tienen contratos con los grandes de la industria discográfica. Bad Bunny está con Rimas Music, Sech con Rich Music, Ozuna tiene Aura Music, Wisin lanzó La Base y la gran revelación de la música regional mexicana Natanael Cano trabaja con Rancho Humilde.

“Todos ellos tienen acuerdos de distribución con los grandes de la industria discográfica, pero cada vez más y más artistas entienden que no les convienen los contratos en que las disqueras se quedan con la mayor parte del dinero”, indicó Borrero.

La suspensión de conciertos por la pandemia ha golpeado a los artistas y a los dueños y trabajadores de empresas relacionadas con las giras, teatros y grandes arenas.

Hasta ahora, 87 % de los ingresos para artistas venían de las giras. En 2020, parte de esas ganancias vino de patrocinios con marcas y presentaciones digitales, pero los entrevistados coincidieron en que los grandes ganadores del auge del «streaming» de audio y vídeo en la pandemia fueron las plataformas de distribución.

Esa es la tarea pendiente: una forma más equitativa de disfrutar financieramente las millones de escuchas y visualizaciones de las canciones y vídeos musicales.

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