¿Deseas comer chocolate o picotear algo salado? ¿Te levantas en plena noche con ganas de comer algo en concreto? Si es así, tienes antojos por el embarazo. Te explicamos qué son y por qué se producen
Por: Portal Maternidad
Los expertos consideran que una mujer embarazada debe prestar atención a los antojos, prefiriendo aquellos que son saludables y buscando alternativas para los que no lo son.
Los antojos en el embarazo no han podido ser científicamente demostrados, se cree debido a carencias de nutrientes o a cambios hormonales, lo cierto es que son un deseo inesperado de comer un alimento, pero no se sabe qué causa los antojos exactamente.
Alrededor del 85% de las mujeres dicen que se les antoja al menos un tipo de comida durante el embarazo. Los alimentos que más se desean son las frutas ácidas, los dulces, los productos lácteos y la comida muy condimentada. En cambio, de lo que menos se antojan las futuras mamás es de la carne. También son recurrentes los productos fríos, como el helado, y las bebidas con gas.
Aunque sean normales, es importante que mantengas una alimentación equilibrada para evitar el aumento de peso. Para intentar reducirlos, te aconsejamos que tomes un completo desayuno cada mañana, que hagas ejercicio moderado si tu médico lo autoriza y que te asegures de que dispones de mucho apoyo emocional a tu alrededor. Recordemos que una mujer al final de su embarazo debe engordar entre 11 y 16 kilogramos de una manera progresiva, aproximadamente de uno a dos kilos en el primer trimestre y después de 300 a 400 gramos por semana.
¿Por qué se dan?
Al principio del embarazo, la placenta produce unas hormonas que hacen que el organismo sufra una serie de trasformaciones como la falta de apetito y las náuseas. Estas variaciones pueden provocar que los alimentos que antes te gustaban pasen a ser insoportables o, por el contrario, te den unas ganas exageradas de comer alimentos ácidos o dulces. Cuando un antojo se vuelve muy repetitivo indica que hay una carencia en el organismo, que normalmente viene dada por falta de vitaminas.
Los olores
Los cambios en el cuerpo durante el embarazo también producen nuevas sensaciones y cambios en el olfato. Estas variaciones pueden generarte repulsión hacía ciertos olores (a frituras, guisos, aceites, perfumes y gasolina). En cambio, otros pueden serte más agradables, como el olor a tierra húmeda.