Tanto para la concepción como en el embarazo, es importante que la madre tenga una dieta balanceada y un estilo de vida saludable.

Por Carolyn Hernández

Cuando se toma la decisión de concebir un bebé, se debe tener conciencia y analizar cuál es el estilo de vida que se tiene en la alimentación y si se es activa o sedentaria. Estos pequeños aspectos serán importantes en el proceso. “Alcanzar el equilibrio no es una misión imposible y tampoco amerita sacrificar una lista de alimentos. Se debe recordar que no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas y ahí es donde radica el secreto para que el embarazo transcurra con normalidad y sin afectar la salud de la madre o el hijo”, indica la nutricionista Raquel Tejeda.

En el proceso de gestación los hábitos de los padres tienen un gran peso en el bebé. No se debe fumar. Además, evitar el alcohol y tener una alimentación equilibrada logrará un gran impacto positivo en la fertilidad.

¿Qué debe consumir?

Con el embarazado la mamá empieza un diferente comportamiento a la hora de alimentarse, ya que tiene que consumir ciertos alimentos para su cuidado y el del feto. Por ejemplo, para que el bebé nazca sano se recomienda una adecuada ingesta de ácido fólico y unos suplementos. Como mínimo se debe tomar un mes antes del embarazo y tres meses después.

También es importante ingerir otros nutrientes, como yodo, hierro, zinc, vitaminas B12 y D, ácidos grasos omega 3 y calcio.

El tabaco y al alcohol se deben eliminar, pero además evitar tomar cafeína, ya que es un vasoconstrictor (estrecha los vasos sanguíneos).

La madre debe controlar que los kilos ganados sean entre 9 y 11, ya que si se sube mucho de peso, aumenta el riesgo de hipertensión, diabetes y complicaciones en el parto. El aporte calórico debe ser entre 200 y 300 calorías por día.

De igual manera, la nutricionista agrega que es posible comer sano y rico al mismo tiempo. Lo esencial es mantener un balance en lo que comemos y controlar las porciones. Recuerde que puede comer un poco de todo si es con moderación.

Con hechos

Un estudio realizado por la Universidad de Baylor en Houston demostró que una alimentación balanceada previa y durante el embarazo puede cambiar permanentemente el ADN del bebé, incidiendo en la interpretación de los genes del niño por el resto de su vida. La investigación evalúo a 168 mujeres embarazadas, divididas entre quienes se alimentaban balanceadamente y quienes –por el contrario– estaban mal alimentadas. Durante el período de pruebas se midieron los niveles de nutrientes de las madres a partir de muestras de sangre y se analizó el ADN de los bebés entre los dos y los ocho meses después de nacer. Branwen Henning, jefa del análisis, indicó que los resultados hacen hincapié en la necesidad de una dieta balanceada no solo durante el embarazo, sino para la concepción.