La imagen institucional debe ser el intangible más preciado de cualquier empresa

Por Irene Jara

Consultora en Imagen

Cuando un colaborador descuida su imagen propia afecta la imagen de la empresa ya que el cliente la asocia, inconscientemente, con la calidad, el servicio y, sobretodo, la congruencia del producto que representa y ofrece

Si bien es cierto que a nadie se le contrata por su buen gusto en el vestir, esta destreza para proyectar una imagen adecuada y profesional, permitirá que, a la hora de presentarnos y hacer negocios, nos mostremos con más seguridad y confianza.

Las mujeres profesionales debemos prestar particular atención a algunos detalles para lograr una buena proyección personal y fortalecer la reputación que tenga la empesa o marca a la que representamos, apegadas a los códigos o manuales de imagen corporativa.

Evite estos errores en la oficina:

–       Descuidar el cabello: llevarlo maltratado, sin peinar o tener un corte inapropiado. Una mujer no debe presentarse jamás con el cabello húmedo al trabajo.

–       Traer zapatos sin lustrar o usar zapatos muy desgastados.

–       No es profesional usar escotes pronunciados, minifaldas o prendas muy pegadas al cuerpo.

–       Usar poco maquillaje o muy llamativo para el trabajo. Una profesional debe llevar maquillaje siempre, sin embargo, el mismo debe ser discreto, con colores suaves y sin efectos recargados.

–       Usar sacos con talla incorrecta en hombros, largo de mangas y o de pantalón; los pantalones no deben ser ni muy cortos ni muy largos.

–       Exceso de joyería o de fiesta en ambientes profesionales. En ambientes profesionales la mujer debe usar pocos accesorios tanto en cara como en manos, y la misma no debe sonar.

–       Descuidar la pulcritud: en cara, aliento, manos y ropa.

–       Usar uñas muy largas o con colores excesivos. Los colores adecuados siempre serán los beige, gris perla, vino, palo de rosa, etc; que combinen con cualquier atuendo.

–       Usar bolso casual con combinaciones ejecutivas. Los bolsos casuales y de estampados llamativos no van con atuendos profesionales y mucho menos si son muy grandes, en este apartado hay que recordar la regla de la proporción para saber el tamaño correcto que le corresponde a cada persona.

Viernes casual

Este es uno de los puntos más controversiales dentro de una empresa, si no se delimita con detalle el concepto del “viernes casual”; cada funcionario puede confundir este beneficio con llegar vestido como si fuera de fin de semana, y de esta manera se puede caer en la peligrosa imagen de usar atuendos como:

–           jeans rotos o deslavados

–           uso de zapatos tennis o flats (zapato de piso)

En este apartado, debemos recordar que el código de vestimenta “Casual de Negocios” o “Business Casual”,  admite solamente los pantalones jeans, sí y sólo sí, estos son azules y están en perfecto estado. El resto de piezas que las colaboradoras incluyen en el mismo como: zapatos abiertos, camisetas tipo polo, pantalones con estampados llamativos, blusas cortas o con tirantes, etc; no deben ser aceptados dentro de una empresa que cuida su imagen y por ende, su reputación

Descuidar la imagen personal puede generar consecuencias graves en la percepción del profesionalismo, así que a partir de hoy no escatime estos detalles, ya que, “como te vean así te tratarán”.