Aproveche las vacaciones.
Por Revista MJ
Ropa, zapatos, útiles escolares, juguetes y muchos elementos más se pueden encontrar en una habitación infantil, lo que requiere de mucha organización para que luzca de la mejor manera.
Angélica Zamora, asesora del hogar de EPA, brinda algunos consejos fáciles que le ayudarán, tanto a los padres como a sus hijos e hijas, a tener un espacio funcional, bien decorado y ordenado, siempre pensando en la comodidad y gustos de los más pequeños.
Zamora señala que lo primordial es tener presente que cualquier modificación que se le realice al cuarto debe ir acorde con la edad y las necesidades de los pequeños, de tal forma que facilite el desarrollo de las actividades, como su descanso, juegos, estudio o limpieza y organización. Otro punto importante, tanto en la decoración como en la organización del dormitorio, es evitar que se encuentre recargado de elementos. Por el contrario, debe estar lleno de armonía y que invite a la relajación.
Antes de iniciar es trascendental que usted vea el espacio como su pequeño lo mira, es decir, siéntese o arrodíllese en el suelo, esto le brindará una perspectiva de su mundo y de cuáles son las necesidades que tiene, para saber dónde ubicar sus cosas.
La asesora sugiere poner atención a los siguientes detalles: Los muebles y el color.
Muebles. Los enseres deben ir en función a las necesidades y edades de los niños, pueden ser elementos fundamentales para dar alegría al dormitorio por medio de sus colores.
Un mueble auxiliar que reúne todas estas características son los organizadores, cuyos espacios pueden ser complementados con coloridos cubos de tela para llenar de viveza la estancia.
Otro de los beneficios de estas estructuras es que se pueden colocar en posición vertical u horizontal, por ejemplo, sobre el suelo o de forma aérea adheridas a las paredes. Sirven para colocar libros, juguetes, adornos y demás artículos de forma ordenada.
El color. Éste influye en la sensación de orden y limpieza de los espacios, así que ya sea un cuarto nuevo o una renovación, una de las elecciones más importantes es el color de las paredes y de los elementos ornamentales.
Para ambientes tranquilos y relajados lo ideal es aplicar colores neutros como el blanco y beige en las superficies. Si considera que le falta vida puede dar pinceladas con otras tonalidades vibrantes.
Según la psicología del color, estos matices fuertes pueden transmitir sensaciones e influir en el estado de ánimo de los infantes.
Azul: Calma y sosiego, Verde: Relajación, frescura y concentración,
Amarillo: Felicidad y energía, Rojo: Movimiento y activación,
Naranja: Confort, seguridad y confianza, Morado: Tranquilidad y memoria,
Rosado: Felicidad, sensibilidad y fantasía.
Tome en cuenta que el tipo de pintura más recomendable para habitaciones infantiles son las de base de agua. Este tipo de revestimiento es muy fácil de limpiar, evita la suciedad y es atóxico, lo que quiere decir que carece de compuestos químicos que puedan perjudicar la salud. Otra forma de incluir color a la estancia es colocando stickers decorativos en las paredes.
Aproveche las vacaciones de sus pequeños para organizar y decorar sus dormitorios, así como sus espacios de ocio y estudio. Como consejo final, procure realizar estas tareas en familia para motivar a los niños e inculcar el hábito del orden.