Se debe tomar en cuenta el tipo de tejido, la forma de lavarse y cómo doblarla, entre otros consejos más. Tome nota. Su ropa y su bolsillo se lo agradecerán.

Por Carolyn Hernández

• Rinda las lavadas: En el caso de los sacos o un vestido para evitar lavarlos cada vez que se los pone, puede colgarlos toda la noche fuera del guardarropa. Esa ventilación alisa las arrugas, elimina la humedad y los olores.
• Sin mancharla: Tratar de que los desodorantes, lociones corporales y perfumes no manchen la ropa. Las sustancias químicas de los cosméticos pueden dañar las fibras de la ropa, así que debe estar seca antes de vestirse. Es importante no aplicar perfumes ni lociones sobre la ropa.
• Guardarropa ordenado: Los armarios desordenados dañan la ropa. Si está aplastada, se arruga y la tela atrapa humedad y olores. Lo recomendable es que tenga espacio para mantenerla en buenas condiciones.
• Barrera protectora contra insectos: El lugar favorito de las polillas son los rincones del closet para atacar la ropa, principalmente fibras naturales como la lana y el algodón.
• Lea las etiquetas: Es lo primero que se debe hacer antes de lavarla por primera vez. Con la experiencia sabremos cuándo es necesario seguirlas al pie de la letra y cuándo no.
• Que no destiña: Preste atención especial a la prenda que se lava por primera vez para evitar que manche otras piezas. Se recomienda que se lave a mano por esta ocasión.
• Separar por tipo de ropa: Antes de ponerla en la lavadora, se debe separar por color: ropa blanca y de colores, y por tipos de tejido: prendas delicadas que necesitan un ciclo suave y prendas más fuertes o sucias se lavan en un ciclo más largo.
• Agua, ¿fría o caliente?: Lo recomendable es que siempre se lave con agua fría, ya que la caliente encoge la ropa y la deforma. De esta manera las prendas aumentarán su vida útil y conservan su color original.
• Detergente justo: Utilizar mucha cantidad de jabón no hará que se lave mejor la ropa, la desgasta, le quita el brillo y endurece el tejido.

Lave por tipo de tejidos

Naturales: Lana, algodón, lino, seda y cuero

• Lana: Lávela con agua fría para que no se encoja. No se recomienda tenderla verticalmente para que no pierda la forma. Es mejor ponerla encima de una toalla para que absorba poco a poco la humedad.
• Algodón: La primera vez que la lave, ya sea de color o estampada, sepárela de otras prendas, porque puede desteñir un poco. Se puede planchar a temperatura media.
• Lino: Se debe a lavar a mano siempre.
• Seda: No la lave en lavadora. Tiene que secarse a la sombra para que no se manche. Para plancharla debe estar baja, sin vapor y hacerlo por el revés.
• Cuero: Para limpiarlo es necesario hacerlo con una esponja seca. No le aplique perfume sobre el cuero ni el forro, ya que la mancha no se quitará y la piel se irá agrietando.

Artificiales

Viscosa, acetato, rayón: No se debe lavar en la lavadora para que no se deforme la pieza.

Sintéticos

Licra, poliéster, nylon: Son telas sensibles al calor, así que tienen que lavarse en agua tibia y planchar a baja temperatura sin vapor.