Bullying figura como la mayor preocupación de los padres al realizar matrícula en centros educativos

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Conozca algunas alertas que le ayudarán a detectarlo y consejos para enfrentar la situación.

Por Revista MJ

Deterioro en la convivencia, disminución de bienestar, limitaciones en el desarrollo, bajo rendimiento escolar y aislamiento social, son solo algunas de las consecuencias que provoca el bullying en niños y adolescentes.

El Ministerio de Educación Pública (MEP), limita el concepto de bullying a “una forma de violencia, discriminación y negación de los derechos” de las personas. Y aclara que para afirmar que éste se encuentre presente en alguna situación deben contemplarse características como: que las acciones sean intencionales, exista un desequilibrio de poder o relaciones desiguales y se presente de manera repetitiva.

Previo a la pandemia, este fenómeno iba en aumento en centros educativos públicos, registrando un total de 4.622 casos en el 2018 y 5.166 en el 2019.

El MEP como institución superior de educación en el país, ha dictado una serie de medidas, protocolos e iniciativas para reversar esta situación.

El centro educativo que perciba estas alteraciones en uno de sus alumnos debe aplicar diferentes estrategias y procedimientos para evitar el bullying, promoviendo una convivencia de calidad, respeto, fortalecer la autoestima y enseñar a los jóvenes a resolver problemas de manera constructiva, promover el dialogo en su comunidad estudiantil y negociando”, se lee en uno de sus documentos oficiales enfocado en el tema.

Por su parte, los centros educativos privados no son ajenos a esta situación, Tatiana Morales, relacionista pública de Saint Gregory School, comentó que este es uno de los factores mayoritarios por los que consultan los padres de familia cuando están en búsqueda de una escuela o un colegio para sus hijos. 

“Cada vez que recibimos a padres o encargados lo primero que nos consultan es sobre el abordaje que se le da en Saint Gregory School a los casos de bullying. Es notoria la preocupación que gira en torno a este tema. A pesar de que nuestra metodología permite ofrecer espacios libres de bullying, mantenemos vigente un protocolo que permite la detección y el abordaje preciso y acorde a cada situación”, expresó Morales.

Señales de alerta

La doctora en educación de Saint Gregory School, Rosi Brenes, hace un llamado a los padres de familia a estar pendientes de detectar señales de alerta, pues asegura que en la mayoría de las ocasiones los niños y jóvenes sienten vergüenza o miedo de hablar sobre el tema.

“Desde pequeños se debe generar confianza y comunicación entre padres e hijos para que siempre se sientan en libertad de contarles todo lo que les sucede, además reforzar desde edades tempranas que merecen respeto de todas las personas a su alrededor”, señaló Brenes.

A continuación, algunas conductas que le podrán ayudar a identificar si su hijo o hija está sufriendo bullying:

  • No quieren ir a clases ni actividades extracurriculares, sin razón aparente.
  • Cambios de humor repentinos, en especial si se trata de ir a la escuela o colegio.
  • Comportamientos autodestructivos.
  • Llegan a casa sin prendas u objetos personales y no pueden explicar el por qué. Quien ejerce el bullying puede estar detrás de esto.
  • En ocasiones presentan problemas para dormir, ansiedad constante, desórdenes alimenticios, comportamiento disperso o presencia de enfermedades que no son reales.
  • Problemas de rendimiento académico.
  • Evidencias físicas en el niño.

¿Cómo enfrentarlo?

En caso de comprobarse que un niño o joven sufre de bullying, la especialista recomienda:

  • Mantener la calma y no mostrarse angustiado ni enojado frente a este, para evitar cargarlo de más emociones.
  • Propicie un espacio seguro donde pueda conversar con su hijo de la mejor forma posible, sin presionarlo, ni hacerlo sentir culpable para averiguar lo más que pueda. Hágale sentir que no está solo y que todo se arreglará.
  • Visite la escuela y averigüe sobre la situación, tome medidas en conjunto con el personal docente.
  • Mantenga una comunicación abierta y constante con el centro educativo para dar seguimiento al caso. 
  • De ser necesario, busque apoyo profesional para que su hijo sane y aprenda a manejar situaciones similares en el futuro. Proporciónele herramientas de empoderamiento, autoestima y amor propio.
  • Manténgase pendiente de su hijo en adelante hasta que se asegure que el bullying ya no se presenta.

Recuerde que estas acciones de violencia, tanto físicas, sociales o psicológicas deben darse de manera constante, en un periodo determinado para considerarse bullying, no puede ser un solo hecho aislado.

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