Cero tolerancia a la violencia y al acoso escolar

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Costa Rica se coloca en la posición 27 a nivel mundial de los países donde más bullying se hace.

Por Revista MJ.

Ayer primer jueves de noviembre se conmemoró el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, fenómenos que pueden pasar desapercibidos pero que reflejan complejas dinámicas sociales y emocionales que afectan la salud mental y física de quienes las sufren, dejando secuelas duraderas en su desarrollo y rendimiento académico.

«En un entorno educativo seguro y saludable, el acoso y la violencia no tienen cabida. Por ello, el llamado a toda la sociedad es claro: cero tolerancia ante cualquier forma de estas conductas y protección total para las víctimas», señaló Álvaro Solano, director de la Escuela de Psicología de la Universidad Fidélitas.

“La violencia, el acoso y el ciberacoso no tienen género, ni edad, ni estatus social, pero tienen un gran impacto negativo en las diferentes etapas de la vida de quienes son víctimas de burlas, exclusión, robo, amenazas, falsedades, agresiones e intimidaciones por parte de sus pares”, agregó Solano. 

Origen y situación en Costa Rica:

El acoso escolar, también conocido como bullying, es un fenómeno preocupante que afecta a un porcentaje significativo de estudiantes en Costa Rica. Se estima que más del 30% de los estudiantes han experimentado algún tipo de acoso escolar durante su educación primaria y secundaria, problemática que según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lamentablemente, Costa Rica es el segundo país en Latinoamérica donde más bullying escolar se sufre y el 27 a nivel mundial, según Bullying sin Fronteras.

El análisis del Informe GEM muestra que, en los países participantes en el TERCE, la prevalencia del acoso psicológico duplicaba la del acoso físico. La prevalencia del acoso físico es del 9% en Costa Rica.

Definición acoso escolar:

El bullying o acoso escolar se define como un comportamiento repetitivo de intimidación, agresión o exclusión dirigido a un estudiante o grupo de estudiantes, con la intención de causar daño, miedo o angustia. Puede manifestarse de diversas formas, como el acoso verbal, físico, psicológico o cibernético, y puede tener consecuencias devastadoras para la salud mental y emocional de los estudiantes afectados.

¿Qué detona la violencia en los centros educativos? 

Es una pregunta que no tiene una sola respuesta, pues hay varios factores que influyen en las reacciones violentas que están teniendo las personas menores de edad en los diferentes ámbitos, especialmente en los centros educativos, señaló Waynner Guillén, docente de Psicología de Fidélitas.

“Por un lado, puede ser probable que muchos de estos jóvenes agresivos sean a la vez víctimas ya que han crecido en   zonas socialmente vulnerables, donde posiblemente los hechos delictivos como robos, asaltos, guerra de pandillas, trasiego de drogas, etc., son hechos con los que conviven en su barrio-y a los que incluso, sobreviven”, enfatizó Guillén

A eso le agregamos, que durante la niñez y la adolescencia ellos aprenden de la convivencia intrafamiliar, donde también es posible que vean diferentes tipos de violencia, alimentados también por la falta de recursos económicos y oportunidades para surgir, agregó.

“Lamentablemente estamos ante una cultura que ha normalizado y naturalizado el bullying y la violencia y las redes se han convertido en una vitrina para ello”, detalló Guillén Jiménez.

Otro aspecto que destaca el profesional en Psicología es la violencia estructural, que está presente en nuestra sociedad, nuestros barrios y comunidades, donde todos somos responsables, no solo los centros educativos o los docentes.  “Debemos reaprender otras formas de comportamiento y trabajar un tema multicausal de forma multidisciplinar y esto es posible”, señaló el docente de Fidélitas.

Cuidado con el material el material nocivo en dispositivos electrónicos

Niños y jóvenes están sometidos permanentemente por horas a un consumo indiscriminado de contenidos en redes sociales y ahora su interacción la hacen en el Metaverso; donde, si bien es cierto, hay información positiva, también hay una gran cantidad de violencia, riesgo y contenido negativo que los adultos no están supervisando.  Además, se están aislando en su casa, socializando a distancia, incluso haciendo juegos peligrosos desde donde el asalto a un banco y el uso de armas les resulta normal.

¿Qué debe hacer un testigo de acoso?

En el momento que cualquier persona adulta se da cuenta que un menor de edad es víctima de acoso o bullying, debe informar de manera inmediata esa situación al director o encargado del centro educativo. Cada institución educativa, sea pública o privada, debe contar con un procedimiento o protocolo interno para la atención inmediata de estas situaciones, en el cual se debe detallar la ruta a seguir para fomentar acciones para la prevención y erradicación cualquier manifestación de violencia.

Por ejemplo, el  MEP cuenta con varios protocolos,  incluido el de actuación en situaciones de bullying y Protocolo de Atención del bullying contra la población LGTBI inserta en los centros educativos, entre otros como situaciones de violencia, prevención del riesgo suicida entre otros.

Consejos para combatir el acoso escolar:

  • Educar y sensibilizar por medio de programas educativos que promuevan la empatía, la inclusión y el respeto mutuo entre los estudiantes, el personal docente y los padres.
  • Facilitar información y apoyo a los niños para que puedan hablar sin reservas.
  • Implementar políticas y procedimientos claros contra el acoso, así como procedimientos efectivos para abordar y prevenir incidentes.
  • Brindar acceso a consejeros y psicólogos escolares que puedan ofrecer apoyo emocional y orientación a los estudiantes afectados por el acoso escolar.
  • Fomentar la participación de la comunidad educativa y de los padres en la prevención y el abordaje del acoso escolar.

¿Como debe actuar la persona que escucha una situación de violencia?

  • Practique una escucha activa, no interrumpa a la persona en su discurso.
  • Valide sus emociones, genere empatía con la víctima.
  • Establezca un contacto de confianza para la víctima.
  • No realice preguntas incomodas, con el fin de evitar la revictimización.
  • Ubique a la víctima en un lugar seguro y donde se sienta protegido en este momento.
  • Espere que las autoridades educativas activen los procedimientos o protocolos y se emitan las acciones correctivas y formativas respectivas.

Consejos para reducir la violencia

  • Enseñe a los menores desde muy temprana edad a utilizar el diálogo y la escucha para resolver conflictos. 
  • Supervise el contenido que están consumiendo en redes sociales y otras plataformas. 
  • Promovamos iniciativas de sana convivencia, donde se refuercen los sentidos de identidad y pertenencia entre toda la comunidad estudiantil y docente.
  • Estimulemos el interés por obtener una carrera que les permita mejores oportunidades laborales.
  • Todos estamos llamados a poner nuestro granito de arena contra la violencia, desde el seno del hogar, el barrio, la escuela, la provincia. 

Se debe trabajar, no solo a nivel de protocolo a lo interno del centro educativo, sino de una manera muy integral, con estrategias y planes de prevención, involucrando a la familia, al comercio, a las instituciones de desarrollo, seguridad, organizaciones culturales, deportivas y demás fuerzas vivas que constituyen la colectividad

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