¿Cómo impulsar una estrategia integral en el tratamiento de la obesidad en Costa Rica?

Mar 5, 2025 | Noticias Recientes

Daniel Rosales

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Especialista destaca la importancia de la educación, el acompañamiento psicológico, la nutrición y la actividad física como pilares fundamentales para combatir la obesidad de manera efectiva y sostenible.

Por Revista MJ

El Ministerio de Salud declaró la obesidad como una enfermedad crónica de importancia para la salud pública en Costa Rica y oficializó la “Norma Nacional para la Atención Integral del Sobrepeso y Obesidad”[1]. Esta medida tiene como objetivo mejorar el tratamiento de las personas afectadas y establecer lineamientos para la prevención y el abordaje de la obesidad en el país.

Sin embargo, surge la interrogante de cómo se puede implementar un tratamiento verdaderamente integral para abordar la obesidad en Costa Rica. De acuerdo con la norma, esta establece que la atención debe incluir promoción de la salud, prevención, diagnóstico y abordajes médicos, farmacológicos, nutricionales y psicológicos. Pero ¿cuáles son los elementos clave para garantizar su efectividad?

Para Karla Solís, especialista en Movimiento Humano y fundadora de EKA Gimnasio, lo primero es comprender que la obesidad es un problema que afecta a todas las edades y que se ha intensificado tras la pandemia. Debido a ello, señala, un tratamiento integral debe considerar la intervención de diversas disciplinas.

“El ser humano es integral. No se trata solo de balancear la ingesta de alimentos con el gasto energético; muchos pacientes con obesidad tienen problemas psicológicos que deben abordarse, por ejemplo. Es fundamental que el paciente trabaje con un equipo multidisciplinario: el médico diagnostica, el psicólogo ayuda a gestionar las emociones ligadas a la alimentación, el nutricionista diseña un plan de alimentación, y los profesionales del movimiento humano crean un programa de actividad física acorde a sus necesidades», explicó Solís.

Añadió que, precisamente, uno de los principales desafíos en la implementación de esta norma es garantizar que tanto el sector público como el privado apliquen realmente un enfoque integral para tratar la obesidad.

“Esto marca la cancha para todos. A nivel gubernamental, si los EBAIS y la Caja Costarricense del Seguro Social logran proyectar una intervención integral, se podrá brindar un apoyo estandarizado a quienes lo necesiten. En el sector privado, se podría evitar la proliferación de tratamientos milagrosos sin base científica y se fomentaría una mayor conciencia sobre la importancia de un abordaje interdisciplinario”, agrega Solís.

Actividad física en el centro de la estrategia

Para la especialista en Movimiento Humano de EKA Gimnasio, la implementación de programas de actividad física diseñados según las necesidades de cada grupo etario, toma mucha importancia en la estrategia que busca desarrollar el Gobierno.

“El ejercicio físico es un pilar fundamental en la prevención y tratamiento de la obesidad. Desde la época de los griegos, el ejercicio ha sido considerado una medicina esencial. Lo ideal es que sea prescrito por un profesional, al igual que un medicamento. La diferencia es que, mientras un tratamiento farmacológico puede llegar a ajustarse o eliminarse con el tiempo, el ejercicio debe ser para toda la vida”, sostiene Solís.

En este sentido, dijo, el rol de los profesionales en Movimiento Humano también es clave en este esfuerzo. Esto porque estos especialistas buscan generar adherencia a la actividad física en cada persona. Además, diseñan programas adecuados y desmontan mitos sobre el ejercicio.

“Muchas veces, las personas piensan que solo los atletas necesitan entrenar, pero la realidad es que todos debemos mantenernos activos para mejorar nuestra salud. No todos debemos hacer el mismo tipo de ejercicio, pero sí es fundamental promover actividades accesibles como caminar, bailar, yoga o entrenamiento de resistencia. Se ha demostrado que, cuando se combina la actividad física con una adecuada nutrición, el éxito del tratamiento puede superar el 70%», afirma la fundadora de EKA Gimnasio.

Educación desde edades tempranas

La norma también hace hincapié en la prevención desde edades tempranas. Para contrarrestar los altos índices de obesidad. En esta línea, Solís considera que la educación realmente es la clave, pero se requiere el apoyo de los padres de familia, ya que “nada hacemos con enseñar buenos hábitos en la escuela si desde casa se refuerzan patrones poco saludables”.

Agregó que “es esencial que los padres se involucren en la alimentación de sus hijos y fomenten el movimiento en familia. Además, en los colegios debería incrementarse la frecuencia de las clases de educación física y regularse la oferta de alimentos en las sodas escolares”.

En cuanto al abordaje escolar, Solís destacó que la obesidad infantil responde en gran medida a la falta de actividad física y a malos hábitos alimenticios. Por ello, dijo, si las escuelas implementan programas de educación nutricional y mejoran las clases de educación física, involucrando a los padres, se podrán obtener mejores resultados.

Precisamente, un factor clave para el éxito del tratamiento integral debe ser la colaboración efectiva entre los diferentes profesionales de salud y educación física.

“Esto ya ocurre en algunas clínicas privadas con programas especializados en bienestar. El reto ahora es integrar este enfoque en la Caja Costarricense del Seguro Social y en los EBAIS para garantizar una atención integral a nivel público», comentó Solís.

Finalmente, la experta destaca que superar las barreras para la práctica de actividad física es crucial. Destacó que la principal es el desconocimiento. Por ejemplo, años atrás, se pensaba que el ejercicio era solo para atletas o personas con mucho tiempo libre. “Hoy en día, cada vez más empresas están incorporando gimnasios corporativos y promoviendo el bienestar de sus empleados. Se ha demostrado que esto reduce incapacidades y mejora la productividad”, apuntó.

Para Solís, el impacto de la implementación de un tratamiento integral será significativo. «Si no abordamos la obesidad de manera efectiva, el costo para el país será altísimo en enfermedades crónicas. Este proceso tomará tiempo, pero los beneficios serán enormes. Es como cuando se reglamentó el uso del cinturón de seguridad: costó mucho implementarlo, pero hoy salva vidas. La inversión en educación y prevención en obesidad tendrá un impacto similar en la salud pública”, concluyó la especialista en Movimiento Humano y fundadora de EKA Gimnasio.

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