¡Cuidado! Sus pestañas podrían alojar ácaros
Para prevenir los parásitos, se recomienda lavar con frecuencia las sábanas, colchas, brochas de maquillaje y limpiar el rostro con jabón neutro.
Por Mamá Joven
Son minúsculos. Miden menos de 0.5 milímetros, pero son capaces de causar daños en los ojos, a pesar de su tamaño.
Se trata de los ácaros, unas criaturas microscópicas que se consideran habitantes comunes en la piel de los humanos. Estos pueden alojarse en sábanas, peluches, alfombras, sillones o edredones; pero también en la barba, cejas y pestañas de una persona.
En ocasiones, pueden convertirse en parásitos y afectar la visión. Si no se tiene una adecuada higiene, los ácaros podrían alojarse en las pestañas y producir caspa, lagrimeos, ardor y hasta ojo seco.
Existe un tipo de ácaro llamado Demodex, que puede ocasionar conjuntivitis (enrojecimiento e hinchazón de ojos), chalazia (protuberancia en el borde del párpado), rosácea (inflamación que causa ardor) y queratitis (inflamación de la córnea).
“Estos ácaros pueden volverse parásitos, lo que resulta en una variedad de enfermedades oculares. Cuando se presenta esta situación, el paciente puede experimentar caída de pestañas e, incluso, inflamación de los párpados”, comentó Claudio Orlich, oftalmólogo y director de Clínica 20/20.
A pesar de las investigaciones, aún no hay mucha claridad del porqué de la presencia de ácaros en las personas. Pero sí se sabe que hay casos en los que una persona alberga cientos o, incluso, miles de ácaros en su piel.
Según los expertos, el Demodex se transmite primero de madre a hijo a través de la lactancia materna, debido a su presencia en el pezón. Luego, durante la pubertad, aumenta la cantidad de ácaros a medida que proliferan las glándulas sebáceas (encargadas de lubricar la piel).
Un estudio en clínicas de dermatología del 2014, en Estados Unidos, confirma que la prevalencia de este ácaro aumenta con la edad, con el 13% de los infestados con edad entre los 3 y los 15 años, el 69% de 31 a 50 años, el 84% a los 60 años y el 100% después de los 70 años.
¡Mucho ojo a los síntomas!
Algunas señales que pueden alertar la presencia de ácaros en las pestañas son: ardor, ojos irritados, sensación de un objeto extraño en el ojo –como si tuviera una pestaña dentro-, caída de pestañas, lagrimeo, caspa, inflamación de los párpados y enrojecimiento de la piel cercana.
Como son seres microscópicos, es importante que el paciente visite al oftalmólogo para que, a través de un equipo especial, se pueda determinar si hay presencia de algún parásito. Si usted padece estos síntomas, es importante que visite al oftalmólogo para conocer su diagnóstico.
“Existe una serie de patologías que se asocian al Demodex, por eso, un adecuado diagnóstico oftalmológico permitirá conocer las causas y el tratamiento adecuados, que solo un oftalmólogo puede dar, pues se debe determinar la causa del dolor, enrojecimiento y picazón en los párpados”, comentó Orlich.
Los ácaros Demodex se transfieren fácilmente a través del contacto piel a piel. Por eso, mantener una buena higiene es fundamental como método preventivo. Es importante lavar con frecuencia las sábanas, colchas, brochas de maquillaje, los paños y ventilar adecuadamente el cuarto. Además, lavar con jabón neutro el rostro. Esto no va a eliminarlos del todo, pero sí prevendrá que se multipliquen sin control.