Visitas periódicas al Médico Veterinario, insulina, buena alimentación y ejercicio pueden brindarle a su mascota diabética una mejor calidad de vida, en caso de ser diagnosticada con esta enfermedad.
Por Revista MJ
Una mala alimentación, falta de ejercicio y aumento de peso pueden ser factores a considerar en animales de compañía que se encuentren en riesgo de desarrollar diabetes, padecimiento que se presenta aproximadamente en 5 de cada 1000 perros y 3 de cada 1000 gatos 1,2 .
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora el 14 de noviembre, Adrian Polo Jeréz, Médico Veterinario y Gerente Técnico de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Animal Health en América Central, Caribe y Ecuador, abordó la importancia del compromiso de los responsables de animales de compañía por supervisar la salud y promover hábitos de vida sanos para sus mascotas.
“Al igual que los humanos, los perros y los gatos pueden desarrollar diabetes. De hecho, es una enfermedad que va en aumento. La mala alimentación con exceso de carbohidratos, el sedentarismo y el aumento de peso, además del componente genético y alteraciones metabólicas son factores que se suman al riesgo de que nuestras mascotas puedan desarrollar Diabetes mellitus. Este desorden metabólico crónico se da cuando hay insuficiencia de insulina y/o incapacidad de metabolizar (asimilar) la glucosa”, explicó Adrian Polo.
En la Diabetes no existen signos exclusivos de la enfermedad, por ello, en ocasiones pasan desapercibidos mientras se van deteriorando algunos otros órganos y tejidos.
Existen algunas señales que nos podrían indicar que nuestro perro o gato tiene Diabetes, por lo que sería imperante llevarlo a revisión con el Médico Veterinario en caso de detectarlos:
- Come en exceso (polifagia): cuando hay niveles elevados de glucosa en sangre y no puede ingresar al interior de las células, se genera un mensaje de falta de saciedad en el cerebro y los animales piden más alimento.
- Orina más de lo normal (poliuria) y toma mucha agua (polidipsia): los altos niveles de glucosa en la sangre ocasionan que esta se eliminé a través de la orina, llevándose también el agua del cuerpo y generando deshidratación, por lo tanto, un perro o gato con esta condición tiene sed excesiva y toma más agua de lo habitual, ya que necesita más líquido.
- Se cansa mucho: al no poder ingresar glucosa a las células, no se cuenta con la energía necesaria para realizar las actividades cotidianas, por lo que la mascota se puede ver cansada, decaída o deprimida.
- Pérdida de peso: la falta de glucosa al interior de las células genera que el cuerpo utilice vías secundarias para obtener glucosa a través de la degradación de tejido muscular y grasa, lo que provoca que el animal pierda peso rápidamente. Esta pérdida de peso se presenta aunque el apetito no disminuya.