El juego como lenguaje de la niñez

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La imaginación y lo lúdico son fundamentales para entender su mundo interno y su percepción del entorno.

Por Revista MJ

El diccionario describe la palabra juego como una “actividad que se realiza generalmente para divertirse o entretenerse y en la que se ejercita alguna capacidad o destreza”. Para los niños y las niñas, el juego es una forma de expresión espontánea y natural. Es quizás el mejor método para entablar un vínculo entre padres e hijos, un espacio para compartir y conocer mejor los sentimientos y pensamientos que tienen.

Entonces, si queremos entender el mundo de las niños y los niños, el juego se convierte en un vehículo ideal para ayudarles a expresar y reconocer sus emociones, sobretodo en este tiempo de Pandemia, en el que la “normalidad” de todos, en muchos aspectos, se ha visto alterada.

Para ahondar en el tema conversamos con el Licenciado en Educación y Técnico Lúdico de World Vision, Carlos Quintanilla. La organización se especializa en protección de la niñez y en la promoción de la Crianza con Ternura como mecanismo para humanizar las relaciones y prevenir la violencia.

¿Cómo contribuye el juego al desarrollo social, sicológico y afectivo del niño?

No cabe duda que el juego es muy importante en el desarrollo del niño y la niña, tomando en cuenta que a nivel social le permite interactuar con los demás niños y niñas y fortalece su área psicológica, ya que le facilita resolver problemas y tomar decisiones, así como en el área afectiva. El juego es quizás el mejor método para entablar un vínculo entre padres e hijos, pues la participación no solo integra a la familia, también es un espacio de compartir y conocerse más los sentimientos y pensamientos que tiene el pequeño.

¿Cómo es que un juego puede convertirse en una herramienta para conocer la personalidad del niño?

Un punto importante es que a través del juego los niños y niñas aprenden a controlar sus impulsos, sus emociones, tener desarrollo de habilidades y destrezas, estimula su inteligencia y afianza sus relaciones sociales. Por eso, siempre hay que buscar que sea entretenido, divertido y aceptado por él o ella.

Esto permite formar la personalidad de los niños y las niñas, conocer cómo actúan ante diferentes situaciones, cómo aprende a solucionar sus problemas y encontrar respuestas, desarrollar habilidades y destrezas, y relacionarse más con otras personas.

Se dice que el juego permite que las niñas y niños puedan comunicarse y resolver simbólicamente problemas emocionales que quedaron pendientes y les ayuda a afrontar sus preocupaciones del presente. ¿Podría conversar al respecto, por favor?
Claro que sí, es real. No cabe duda de que la práctica del juego ayuda en gran manera a los niños y niñas a su desarrollo evolutivo completo y esto les lleva a sobrellevar cualquier dificultad que se le haya presentado, o se le presente en cualquier momento. El solo hecho de distraerse, convivir, salir de la rutina, reírse, disfrutar, les permite olvidarse de los problemas y dependiendo el objetivo del juego podemos tocar muchas áreas sensibles en la vida de ellos en aspecto físico-cognitivo-psicosocial y espiritual.

En especial en estos tiempos de pandemia, los niños y las niñas tienen dificultad para entender qué está pasando y, sin duda alguna, el juego tomó una gran importancia en las familias que lo retomaron, la pregunta sería: ¿y las familias que no?, ¿cómo se ha llevado la situación en los niños y niñas que no fueron estimulados en este aspecto? He ahí la razón de la importancia del juego.

Precisamente, y debido a la situación que estamos viviendo, los niños y niñas pueden experimentar diferentes emociones y el juego les permite a los adultos identificar señales de estrés en ellos. ¿Cuáles serían esas señales?

Se muestra irritable: Todo llamado de atención le molesta en gran manera, no hace caso a las indicaciones de los padres y constantemente permanece enojado.
No hace tareas: no participa en clases en línea y mucho menos hace sus tareas, no le toma importancia en nada de lo académico, pasa más tiempo jugando en el celular.
Ha perdido el sueño o tiene pesadillas: por lo general se duerme tarde y constantemente presenta pesadillas.
Se aísla de los demás: No quiere socializar con nadie, más bien los recursos tecnológicos son sus mejores amigos.
• Se siente deprimido: en algunas ocasiones se refleja su dolor en el llanto, que muchas veces no sabe cómo explicar por qué le pasa algo.
Poca higiene: y si hablamos del aseo personal, eso queda en segundo plano.

A veces, sin querer, los padres transmiten un mensaje a sus hijos de siempre ganar.

¿Cómo lograr que esto no se vuelva en algo negativo para el desarrollo sicológico y social del pequeño?

No cabe duda que los padres queremos ver a nuestros hijos como triunfadores y sobresaliendo en todo, pero es muy importante hacerles saber que no siempre se gana, al contrario, la vida es de perder y ganar, de altas y bajas.

Si inculcamos en nuestros niños y niñas que toda la vida es ganar, no los estaremos preparando para el futuro, a tolerar la frustración y entender que a veces perder permite aprender. Con ello, cohibiremos su desarrollo al no alcanzar el objetivo, pero si nuestro objetivo es que siempre tienen que ganar, al momento de perder, es la oportunidad de practicar más.

¿Qué sucede cuándo jugar se convierte en una obsesión?

Es importante equilibrar nuestras vidas y saber que cada actividad que se realiza tiene su tiempo. Al momento que el juego se vuelve una obsesión, es importante asignar ciertas actividades para que nuestros niños adquieran la capacidad para realizar otras actividades no solamente jugar.

Es muy importante que los adultos tomen el rol de mediadores entre lo que sus niños y niñas hacen para desarrollar ampliamente sus vidas y todas las actividades que realicen.

Juegos según las diferentes de niños y niñas

Bebés de 0 a 9 meses

Las partes del cuerpo del bebé

Tenemos que nombrar las distintas partes del cuerpo del bebé, señalándolas, al mismo tiempo, para ayudarle a aprender sus nombres. “¿Dónde está la nariz del bebé? ¡Ahí está!” También podemos señalar las partes de nuestro cuerpo para ayudarle a relacionarlas: “¿Dónde está la nariz de mamá? ¡Aquí está!”

Ver y nombrar

Señalamos diferentes cosas que haya en la casa, nombrándolas y describiéndolas al mismo tiempo. “¿Ves el gato? Es un gato negro”. Esto ayudará a desarrollar sus habilidades lingüísticas y a fortalecer el vínculo entre ambos.

Cantar con el bebé

No hay mejor momento para un bebé que papá y mamá canten con ellos. Sin duda alguna esto crea un apego mucho más grande en ellos hacia sus padres.

Niños de 1 a 2 años

Dibujo libre
Entregamos al niño o niña: papel y lápices de color y lo dejamos dibujar. Esto le permitirá desplegar su creatividad y disfrutar del juego independiente y creativo. Cuando termine, es importante hablarle sobre los diferentes colores que utilizó.

Auto de caja

Con una caja vacía, y asegurándonos de que no conlleve ningún riesgo, colocamos dentro al niño o niña, junto con algunas mantas suaves para que estén cómodos. Luego, tiramos de la caja mientras imitamos ruidos de automóvil, como por ejemplo “rrruuunnn”. Nuestros bebés se divertirán deslizándose de un lado a otro de la casa en su nuevo auto – ¡y nosotros haremos ejercicio!- Si el espacio no es grande, obtendremos el mismo efecto moviendo la caja de un lado a otro y haciendo ruidos los dos juntos.

Pasarse la pelota

Tomamos una pelota suave y la hacemos rodar hacia nuestro hijo para que la devuelva. Este juego es magnífico para generar confianza y enseña al niño que respondemos a sus acciones. Para que sea aún más entretenido, incorporamos otra pelota y hablamos a tu hijo sobre la pelota que parezca llamarle más la atención.

Niños en edad preescolar (de 3 a 4 años)

Vamos a disfrazarnos

Tomamos varias telas y prendas de vestir y animamos a los pequeños a hacer un disfraz. Luego, inventemos un juego basado en lo que representa el disfraz que hayan creado. ¡Prepárense para la aventura que les espera!

Nombrar el animal

Imita los sonidos de distintos animales y haz que tu hijo adivine de cuáles se trata. Tomen turnos para que tu hijo haga los sonidos y tú tengas que adivinar a qué animales pertenecen. Esta es una buena oportunidad para que aprenda más sobre los animales que cada uno de ustedes haya elegido.

Niños de 5 a 8 años

Carrera de obstáculos

Construimos una pista de obstáculos utilizando muebles, almohadas y juguetes; es decir, cualquier cosa que sea segura y suave. Mostramos a los niños y niñas cómo moverse por la pista y haz que intente pasar lo más rápido que pueda. Controlamos el tiempo y los animamos a batir su récord cada vez que lo haga.

Juego simbólico

Dejamos que los niños asuman el liderazgo y los alentamos a crear un escenario imaginario. Seguimos sus instrucciones y le hacemos preguntas sobre su creación.

Preparar un refrigerio

Junto a los niños o niñas preparamos un refrigerio para la familia y animamos a utilizar todos los colores que quieran. Elegimos algunos alimentos saludables y les decimos que los coloque en un plato con un diseño que le guste. ¡Se sentirá orgulloso de su deliciosa obra de arte.

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