Medida es clave para la reducción de la mortalidad.

Por Revista MJ

La realización de mamografías de manera preventiva y regular, es decir, no solamente cuando hay sospechas de alguna lesión o síntomas de una enfermedad, es una de las medidas clave para promover la detección temprana del cáncer de mama, que es el segundo cáncer más frecuente en presentarse en las mujeres costarricenses y el de más mortalidad.   

 Según datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), en Costa Rica el 87% de las mujeres con cáncer de mama sobreviven; uno de los porcentajes más altos del mundo, por lo que, en el marco del Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, resulta primordial insistir en la cultura de la prevención y el diagnóstico temprano a través del tamizaje por mamografía.   

 “Sabemos que la detección temprana es decisiva para la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama, y es por eso que, tanto los sistemas de salud como las mujeres, a partir de los 40 años, deben estar alertas para realizarse los tamizajes por mamografía (que son estudios sistemáticos en pacientes asintomáticas, en busca de hallazgos tempranos de cáncer), a través de las diferentes campañas que se ejecutan durante el año y del seguimiento anual en el centro de salud respectivo”, explicó el Dr. Manfred Monge, radiólogo del Hospital Unibe.  

 Y es que, desde hace muchos años, diversos sistemas de salud del mundo, incluido el costarricense, han adoptado la realización de mamografías, no solo en pacientes con síntomas de cáncer de mama, sino también mediante la estrategia del tamizaje, que consiste en realizar campañas masivas y/o establecer una política de salud pública, en la que, de manera periódica, se ejecuta este examen en personas que no presentan síntomas en la glándula mamaria, pero que ingresan o pertenecen a grupos de edad en los cuales las estadísticas reportan un aumento significativo de la frecuencia de cáncer de mama.  

 Tamizaje por mamografía. ¿Cuándo y para qué?  

 De acuerdo con el Dr. Monge, a partir de los 40 años las mujeres deben tomar un papel activo en la detección temprana del cáncer de mama, realizándose un tamizaje de manera periódica.  “Este tamizaje puede salvar su vida, pues nos permite identificar el cáncer de mama en estados preclínicos o tempranos e impactar así el pronóstico, para disminuir la mortalidad por cáncer de mama. Enfermedades como el cáncer de mama son patologías que se ven beneficiadas de ser tamizadas”, agregó.  

En ese mismo sentido, la Organización Mundial de la Salud indica que los resultados de programas de tamizaje por mamografía sugieren una reducción en la mortalidad específica por cáncer de mama de, aproximadamente, un 20% tras 11 años de seguimiento. No obstante, el especialista afirmó que aún persisten muchos retos para lograr que esta estrategia se consolide y se aplique de manera efectiva y regular.  

“Seguimos enfrentándonos a un segmento de la población que tal vez no le da la importancia al tamizaje y se espera hasta tener un síntoma para hacérselo. Incluso, pacientes que no se lo hacen, porque piensan que la mamografía les va a doler, ignorando que con esta decisión pueden afectar seriamente su salud o su posibilidad de superar un cáncer de mama. También, sucede que se realizan el tamizaje una vez, y como sale bien, lo dejan pasar por mucho tiempo y esto aumenta el riesgo de cáncer de intervalo, que quiere decir que, entre una mamografía y otra, la paciente se palpa un tumor”, subrayó el especialista.     

 Igualmente, aunque el tamizaje es un examen que se promueve a partir de los 40 años, en casos específicos de pacientes con familiares que han padecido cáncer de mama, el experto indica que se debe tamizar 10 años antes de la fecha del diagnóstico de ese familiar.   

Para terminar, es importante recordar la necesidad del autocuidado como estrategia paralela al tamizaje. No se debe descuidar el autoexamen mensual de la mama, los buenos hábitos de vida (alimentación balanceada, actividad física, ambientes emocionales sanos y tranquilos, evitar el tabaquismo y limitar el consumo de alcohol), de la mano de los tamizajes por mamografía frecuentes, para seguir en la lucha contra este padecimiento que afecta a tantas mujeres alrededor del mundo.