Prevenir enfermedades como la obesidad, aumentar la flexibilidad y la resistencia, potenciar la seguridad en uno mismo, desarrollar la autoestima y favorecer la autonomía, son solo algunos de los múltiples beneficios físicos y psíquicos que, según expertos, conlleva la práctica de deporte desde edades tempranas.
Sin embargo, muchos padres e hijos suelen olvidar las múltiples bondades del ejercicio físico durante las vacaciones escolares y les dan prioridad a los aparatos tecnolóicos como medio de entretención para ellos, sin pensar lo que esto puede conllevar a largo plazo.
“Es una etapa en que los niños suelen pasar demasiado tiempo delante de una pantalla de computador, del teléfono móvil o jugando con la consola de videojuegos, lo cual induce al sedentarismo infantil”, señalan representantes del Colegio Brains, en Madrid, España.
Desde esta institución aconsejan a los padres que aprovechen el tiempo libre para comenzar a introducir a los niños en actividades deportivas que les alejen de las nuevas tecnologías y potencien su sociabilidad.
“Deben tener presente, al comenzar las clases, que la actividad física en el ámbito escolar ayuda a los niños a desconectar de las otras materias, lo que les permitirá rendir mejor después en el aula”, indican.
Importancia del deporte
Desde este centro de estudios español recalcan que el deporte influye de forma muy positiva en la personalidad del niño, y para optimizar la práctica deportiva aconsejan a los padres que “marquen a sus hijos unos tiempos para cada tipo de juego, potencien la sociabilidad en el tiempo libre y procuren que hagan los desplazamientos habituales andando o en bicicleta, en lugar de en el transporte público”.
“La mayor parte de las organismos relacionados con la salud, como la Asociación Española de Pediatría, recomiendan al menos una hora de ejercicio diario para los niños en edad escolar”, señala a Efe, David Alegría Arenas, miembro del departamento de Educación Física de dicho colegio.
Mapa del sedentarismo
Alegría comenta que “uno de los países con mayor obesidad infantil del mundo es México, debido más al sedentarismo que a la dieta, en tanto que Brasil alcanza uno de los mayores índices de los últimos 40 años y España y Portugal están a la cabeza con respecto al resto de Europa. Con esta información, es fácil deducir que la evolución de este problema es similar en todos estos países, a la vez que preocupante”, enfatiza.
Para Alegría es “un grave error que los niños no tengan una gran actividad durante el periodo vacacional, ya que son los meses del año que reúnen más condiciones para hacer ejercicio”.
Según este experto, es probable que esta situación sea consecuencia de que el niño “pase sus vacaciones con personas con poca actividad física y deportiva, porque si se le anima y se le da ejemplo, también hace ejercicio. Por este motivo, veo fundamental que el adulto aproveche las vacaciones para realizar alguna actividad deportiva con sus hijos, en la medida que sea posible”, destaca.
Si el niño permanece sedentario durante las vacaciones que se aproximan y se le quiere reintroducir en la práctica físico-deportiva, Alegría aconseja buscar la actividad más adecuada para su edad.
“Si está en una etapa en la que tiene muchas posibilidades, hay que dejarle que él mismo elija la actividad que más le guste. Es muy normal que pronto se aburra de una práctica o no le apetezca, por lo que es positivo probar diferentes deportes hasta encontrar el que más le apasione. Una vez encontrado, será fácil que el niño no vuelva a tener problemas de sedentarismo”, señala.
En la etapa escolar
“Hay tanta variedad de opciones donde elegir, que todo niño puede encontrar una práctica deportiva con la que disfrutar. Es cuestión de buscarla”, añade Alegría.
Hacer deporte, no solo mejora las funciones cardiovasculares, la maduración del sistema músculo-esquelético o las habilidades psicomotoras de los niños, sino que, además, ayuda a aumentar su autoestima y favorece su integración, promoviendo conceptos como la superación o el trabajo en equipo, además de servir como desconexión de las horas en el aula que no siempre son tan amenas. por esto, el deporte porporciona momentos de esparcimiento para el niño, en el que él va a disfrutar de lo que puede llegar a lograr en dicha actividad.
Durante los primeros años de vida, los padres son una fuente de inspiración para los pequeños, por lo que deben servir de ejemplo haciéndoles ver lo divertido que puede ser vivir en primera persona lo que normalmente viven a través de un videojuego, buena parte de los cuales están basados en deportes, por esto se hace tan importante que los papás se involucren en el proceso didáctico del menor y lo acompañen a la hora de realizar estas actividades.
A los niño se les debe dar la oportunidad de probar diferentes actividades que se ajusten a los gustos y, si es posible, a las cualidades físicas del niño, aunque esto último no tiene por qué ser algo determinante, porque puede variar de acuerdo a las necesidades que tengan los pequeños.
Un niño bajito puede jugar perfectamente al baloncesto y tener éxito al hacerlo, por ejemplo.