Estimule a su bebé con la disciplina de la natación

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Estimule a su bebé con la disciplina de la natación

Natación tendrá mejores resultados si se incorpora antes de los nueve meses

Por Mamá Joven

En época de verano y fines de semana, en un país como Costa Rica, las vacaciones son sinónimo de agua, playa, lagos y piscinas. Darle la útil herramienta de la natación a los niños y niñas puede ser tan importante como salvar vidas en un futuro.

Es por eso que aprender a nadar desde edades tempranas se convirtió en una útil tendencia que ha perdurando por años y llegó a ser casi indispensable.

“La natación es uno de los pocos deportes que se puede iniciar con pocos meses de vida. Nos ayuda estimular al bebé durante su crecimiento permitiendo un mejor desarrollo motor, cognitivo, emocional”, explica la educadora de Suepr Babies Karla Fallas. Asegura que al mismo tiempo se les brinda herramientas para que puedan reaccionar en caso de un accidente acuático por medio de métodos de sobrevivencia donde bebé aprende a bloquear vías principales y flotar.

Al parecer es más fácil si se aprende esta disciplina desde pequeños. “Ellos y ellas ven como un juego estar en contacto con el agua. Un bebé se encuentra receptivo a cualquier enseñanza, por lo que tendrá mayor habilidad motora para realizarlo en un futuro. Y lo mejor es que lo disfrutan”, detalla la especialista en autorescate.

Múltiples estudios demuestran los beneficios en el ámbito neuromotor, emocional y socioafectivo:

– Aumenta el coeficiente intelectual. Está demostrado que los niños que han hecho natación durante los dos primeros años de vida, cuentan con una mayor percepción del mundo. Se vuelven creativos y observadores.

– Hay gran desarrollo psicomotor. El niño encuentra en el agua movimientos tridimencionales, dándole mayor libertad que en el medio terreste no experimenta.

– Ayuda a relajarse. Elimina la tensión nerviosa y el estrés.

– Ayuda al sistema inmunológico.

– Medio acuático. Fallas menciona que los niños y niñas en edades tempranas, tienen mayor facilidad de movimiento en el agua que en la tierra por su flotabilidad, permitiendo la estimulación y avance en sus movimientos. “Nuestra vida inicia con nueve meses en el vientre de mamá. Ahí estamos rodeados de líquido amniótico, por lo que nacemos con un reflejo de bloqueo de la glotis. Esto hace que se bloquean las vías cuando se entra en contacto con el agua de manera instintiva” expone la educadora.

Sin embargo, aclara que este bloqueo se pierde durante el crecimiento, alrededor de los nueve meses. “La única forma de que se extienda es exponer al bebé en constante contacto con el agua por medio de la natación”, concluye.


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