Expertos instan a empresas y organizaciones a brindar una gestión adecuada de los residuos de productos de higiene menstrual

Abr 9, 2025 | Noticias Recientes

Daniel Rosales

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Cada mujer utiliza, en promedio, entre 10 000 y 13 000 toallas sanitarias durante su vida fértil.

Por Revista MJ 

Carmen, de 18 años, pertenece a una generación cada vez más consciente del impacto ambiental de los productos que utiliza. Desde que comenzó a menstruar hace siete años, ha reflexionado sobre la importancia de tener lugares adecuados para disponer correctamente las toallas sanitarias, preocupada por su efecto negativo en el planeta si no reciben un manejo adecuado.

De acuerdo con datos del Banco Mundial, alrededor de 300 millones de mujeres y niñas menstrúan en todo el mundo, lo que convierte el manejo de los productos de higiene menstrual en un desafío ambiental global. Estos productos, en su mayoría compuestos por plásticos no biodegradables, pueden tardar hasta 800 años en degradarse, generando un problema urgente de residuos.

“Los productos de higiene menstrual contienen en su mayoría plásticos no biodegradables, que contaminan el suelo y el agua, además de emitir gases tóxicos al aire cuando se someten a procesos térmicos como cualquier tipo de coincineración”, explicó Adrián Castro Ureña, director general de MPD®, una empresa especializada por más de dos décadas en el manejo de residuos bioinfecciosos.

Un estudio científico del Tecnológico de Costa Rica (2020) revela que los productos menstruales comerciales son un foco de contaminación emergente. “Una mujer utiliza entre 10 000 y 13 000 toallas sanitarias a lo largo de su vida fértil. Esto equivale a 100 000 toneladas de desechos al año”, señala el documento. En algunos casos, estas compresas pueden tardar hasta 300 años en degradarse.

Sin embargo, a pesar del peligro que las toallas sanitarias pueden llegar a representar a nivel ambiental y de salud, son pocos los que han prestado atención a este potencial reto, principalmente en áreas como centros comerciales, empresas, lugares de alta afluencia que pueden convertirse en focos de biocontaminación.

“Existe una notable falta de información sobre la higiene íntima femenina, el uso adecuado de productos de higiene menstrual y, sobre todo, sobre la correcta disposición de estos residuos. Es fundamental que los consumidores cuenten con herramientas educativas para tomar decisiones responsables”, afirmó la Dra. Karen Wedel, experta en salud femenina.

“Hacemos un llamado a centros comerciales, empresas, municipalidades e instituciones educativas con alta afluencia, para desarrollar políticas y prácticas de gestión responsable de los residuos de productos de higiene menstrual. Estos materiales no pueden tratarse como desechos comunes; requieren una disposición especializada pues son residuos bioinfecciosos por definición”, concluyó Adrián Castro, de MPD®

¿Cómo se tratan estos residuos una vez recuperados?

Países como Suiza han implementado el manejo diferenciado de los productos de higiene menstrual en centros educativos, mediante la colocación de contenedores especiales. Por su parte, México promueve campañas para clasificar estos residuos como “inorgánicos no reciclables”, junto a materiales como vendajes y colillas de cigarro.

Desde hace 10 años, en Costa Rica, Grupo MPD®, especialistas en la gestión integral de residuos peligrosos, a través de su división BioClean (enfocada en la asepsia y desinfección especializada) ha desarrollado soluciones avanzadas para el manejo adecuado de productos de higiene femenina, como las toallas sanitarias, protectores diarios, tampones, entre otros. Mediante la instalación de contenedores especiales con tecnología antibacterial en los baños femeninos, la recolección especializada de los mismos y la trituración-esterilización por vapor, los residuos son tratados a altas temperaturas, garantizando la inactivación de microorganismos y la reducción de su volumen; asegurando así la protección de la salud pública y el ambiente.

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