Por Dianne Medrano – Utopías de una CEO
Confieso que este mes me ha costado escribir. Tuve que enfocar mi energía en un lugar que no está alineado conmigo ni con mis ideales, pero que requería de mi presencia y decisiones. A veces, ser líder es eso: sostener espacios que te drenan, mientras proteges a tu propia alma.
Hace algunos años, en medio de una negociación compleja, me senté frente a una persona que nunca me levantó la voz, nunca dijo nada fuera de lugar… pero desde el primer minuto, algo en mi cuerpo se puso en alerta. No era miedo, era intuición. Esa sensación difícil de explicar, pero imposible de ignorar.
Pasaron semanas y, aunque todo parecía ir “bien” sobre el papel, algo en mí se resistía a confiar. Tiempo después, supe que esa corazonada estaba en lo cierto y aprendí una lección que hasta hoy sigue marcando mis decisiones: la energía no miente.
En un mundo donde el enfoque está puesto en lo visible (las métricas, los KPIs, los discursos), pocas veces se habla de la energía como herramienta estratégica. Sin embargo, quienes lideramos equipos, compañías y proyectos, así como familias y sueños, sabemos que el ambiente invisible lo puede todo: construye o desgasta, conecta o divide, empuja o detiene.
Convertirse en el CEO de nuestra vida también es eso: aprender a leer energías y a proteger la propia y a elegir conscientemente quién entra en tu espacio. Aunque no siempre podamos decidir con quién compartimos una sala o una decisión, sobre todo en lo laboral, sí podemos decidir cómo jugamos.
Porque sí, muchas veces la vida se vuelve un tablero de ajedrez. A veces ni siquiera pediste jugar, pero te ves obligada a hacerlo. Ahí entonces no se trata de ganar, sino de no perderte.
Mantener la mente clara, rodearte de personas que suman, cuidar lo que consumís (desde alimentos hasta conversaciones y ambientes), poner límites y tener espacios para recargarte no es lujo, todo eso es una necesidad. ¡Eso es liderazgo emocional!
Hoy lo sé con claridad: proteger tu energía es proteger tu paz. ¡Eso, en este mundo tan ruidoso, es un acto de valentía!
