Una revisión anual es importante porque la audición influye en el desarrollo del lenguaje y en el rendimiento escolar.
Por Revista MJ
Con clases virtuales y medidas de restricción para salir a espacios recreativos, los niños están más expuestos a la tecnología como método para relacionarse. Frente a esa realidad, especialistas en audiología infantil instan a los progenitores a prestar especial atención diaria a la regulación del volumen de la computadora, audífonos, tableta y celular, para evitar problemas de audición.
“La virtualidad afecta a los menores porque ahora deben hacer un doble esfuerzo auditivo para prestar atención y comprender las clases. El mayor desafío se presenta con los diversos ambientes que van a tener. Por ejemplo, si el niño utiliza audífonos para escuchar directo la voz del educador que dicta la clase, o si lo hace a través de parlantes de la computadora o del celular que tienen un volumen limitado, debe esforzarse en comprender la lección con más sonidos del ambiente como los propios de la casa (otras personas trabajando, hermanos, etc.), además de interferencias como compañeros hablando al mismo tiempo y fallas del Internet con que están navegando”, explicó la Dra. Stella Chaves, especialista en Audiología.
La especialista indicó que estas situaciones hacen que el menor no logre comprender totalmente lo que el educador está diciendo, porque el mensaje ya no es tan nítido como en el salón de clases, y al final el esfuerzo auditivo que realiza se va a reflejar en una fuerte fatiga, que sin lugar a dudas repercute en temas como desarrollo del lenguaje y rendimiento escolar, entre otros.
Cuidado con el uso de audífonos
Durante las clases virtuales, los especialistas advierten que es de suma importancia cuidar más de la salud auditiva de los menores por el uso constante de audífonos o auriculares. Los padres pueden ayudar a evitar la pérdida auditiva mediante la enseñanza de buenos hábitos: los niños deben descansar después de una hora de estar escuchando cualquier sonido y bajar el volumen de sus reproductores de música a un 70%.
“Lo primordial es revisar el volumen al que está expuesto el niño o adolescente, ya que si es muy alto podrían tener problemas a futuro, como la pérdida gradual e irreversible de la audición. Una manera de darnos cuenta que el niño está usando el auricular con un volumen ideal, es cuando al hablarle pueda escuchar y entender lo que se le dice, si el niño no responde al llamado quiere decir que el volumen está muy alto”, indicó la Dra. Chaves.
Además, la especialista manifestó que otro de los problemas que puede presentarse por el uso de estos dispositivos es la otitis externa, que es una infección aguda de la piel del conducto causada por bacterias, que provoca dolor en el oído o cabeza. Para prevenirla, lo primero es que estos dispositivos deben ser de uso personal. Otro paso vital es la limpieza diaria de los aparatos, con un paño húmedo o alcohol.
Es fundamental prestar atención a los oídos: ¡No deje pasar las señales!
“Los niños aprenden a comunicarse a partir de lo que escuchan. Por ello, el cuidado de la audición no debe pasarse por alto. En el caso de los más pequeños, la pérdida de la audición puede significar que dejen de aprender palabras y que el desarrollo básico del lenguaje se retrase”, expresó la Dra. Chaves.
La especialista en audiología indicó que, en el caso de los niños escolares, algunos síntomas o señales para detectar que hay una disminución o afectación auditiva, podrían ser situaciones cotidianas como que el menor solicite constantemente que se le repita lo que se dice en clase y que esto traiga como consecuencia cuadernos incompletos porque no logra prestar la atención adecuada.
“También puede suceder que el niño se muestre frustrado, distraído o irritado porque no logra comprender y eso le lleve a tener bajas calificaciones. Incluso en muchos casos estos comportamientos se disfrazan en patologías como el déficit atencional o la hiperactividad, cuando en realidad puede ser consecuencia de que esté teniendo algún problema para escuchar. Un problema auditivo se puede presentar en cualquier momento y existen muchos grados de pérdida auditiva, entre ellos la leve a moderada, que es la que más cuesta detectar”, recalcó la especialista.
Por eso no debemos dejar pasar las señales, y acudir a una cita anual para corroborar si la audición todos los años se mantiene dentro del rango normal y si no es así, si la audición se ve afectada, cómo poder corregirla para que el desarrollo de la comunicación, lenguaje y aprendizaje se dé de la mejor manera.