Lo que no puede faltar si vas a vivir solo o con tu pareja

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El desafío de dejar la casa de la infancia y construir un hogar solo o en pareja.

Por Revista MJ

Dejar la casa en dónde crecimos para comenzar una vida solos o en pareja es toda una aventura y con ella se suman muchas dudas sobre lo primero que deberías de comprar para acomodar tu nuevo hogar. Es por eso qué en el siguiente artículo, Cemaco te comparte cosas indispensables en las que debes invertir los primeros meses.

  • Una cama: Al inicio, tal vez pienses que dormir en un colchón inflable saque la tarea, pero la verdad es que tener una cama cómoda, con sábanas y almohadas agradables, es indispensable para tu rendimiento en el día a día. Además, dentro de veinte años tu espalda te lo agradecerá.
  • Refrigeradora: Opta por un tamaño que se ajuste a la cantidad de comida que comprarás de manera semanal o quincenal, pero no olvides que este es uno de los electrodomésticos más importantes, porque seguro necesitarás guardar los espaguetis que no te acabes en el almuerzo para que no se arruinen.
  • Estufa: Súper importante, ya que te ayudará a cocinar o calentar tu comida; incluso el agua para tu sopa instantánea. No es necesario que compres una estufa con horno, actualmente hay parrillas eléctricas que te sacarán la tarea hasta que puedas invertir en una estufa más adecuada.
  • Básicos de cocina: Una olla, un sartén, platos y cubiertos.
  • Un purificador de agua: Te servirá mucho para lavar tus vegetales y te ahorrarás una gran cantidad de dinero en el supermercado.
  • Un espejo: Puede ser que no lo parezca, pero si en tu apartamento no cuentas con espejo integrado en el baño o habitación, corres el riesgo de salir con la blusa o camisa mal puesta.

Recuerda que los primeros meses suelen ser los más complicados, y a veces es posible que extrañes algunas de las comodidades que tenías en la casa de tus padres. Sin embargo, no te olvides que Roma no se construyó en tres días, así que tómate tu tiempo para ir comprando tus propias cosas y no te agobies por no tenerlo todo de un día a otro.

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