Molestias en el embarazo que no son para preocuparse

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Molestias en el embarazo que no son para preocuparse

Por Portal Maternidad

Será la espera más mágica del mundo, pero sin duda alguna el embarazo también conlleva molestias y dolores. Repasamos las molestias más comunes en un embarazo y las mejores formas de aliviarlas.

Ardor de estómago, calambres, pérdidas de orina, dolor en los pechos, dificultad para respirar, estreñimiento, manchas en la piel, dolor de espalda, entumecimiento y hormigueo, hinchazón, venas varicosas y hemorroides, sangrados nasales y de las encías son síntomas normales.

Ardor de estómago: Se le llama pirosis, cuyo síntoma es el reflujo. Ocurre cuando los jugos gástricos regresan al esófago produciendo una sensación de ardor que sube por la garganta. Se produce ya que la progesterona dilata el cardias que es el anillo que une el esófago y el estómago; y el útero a medida que crece presiona el estómago hacia arriba por lo que el cardias no cierra adecuadamente. El ginecólogo puede recetarte un antiácido que no perjudique al bebé. Evita comidas abundantes, grasosas y con mucho aliño. Además de las bebidas gaseosas. Puedes reducir la acidez gástrica:

• Consumiendo comidas pequeñas.
• Evitando los alimentos picantes y grasosos.
• No tomando grandes cantidades de líquido antes de acostarse.
• No haciendo ejercicio durante al menos dos horas después de comer.
• No acostándose inmediatamente después de una comida.

Calambres: Los síntomas son molestias a la altura del ombligo o similares a la de la regla, sobre todo en el primer trimestre. Estos suceden cuando crece el útero y al estirarse los ligamentos que lo sostienen. Se sienten cuando el bebé cambia de posición o te levantas muy brusco, por lo cual generalmente no indican ningún problema. Las madres los confunden con contracciones.

Pérdidas de orina: Desde el comienzo del embarazo, debido a las hormonas vas al baño más seguido a orinar, que es bueno ya que eliminas las toxinas de tu organismo. Al final del embarazo la presión del útero sobre la vejiga y la relajación de los músculos pélvicos pueden ocasionar pequeñas pérdidas de orina cuando te ríes, toses, o estornudas. Es muy bueno hacer ejercicios para fortalecer el suelo pélvico llamados ejercicios de Kegel.

Dolor en los pechos: Es un malestar que algunas mujeres los sufren durante todo el embarazo. Generalmente es un aviso que indica que estamos embarazadas. Los pechos aumentan de volumen y están más sensibles. Esto porque se produce acumulación de grasa y aumenta la producción de estrógenos y progesterona. Entre las semanas 12 y 14 comienza la producción de calostro, primer alimento que producen las mamas antes de la bajada de leche.

Dificultad para respirar: En las etapas finales del embarazo, tus órganos internos se reacomodan para dar cabida a tu bebé. Como resultado, tu diafragma es presionado, ocasionando dificultad para respirar. Puedes reducir la presión sobre tu diafragma descansando sobre tus manos y rodillas, y dejando que el peso de tu vientre caiga. Esto te permite respirar profundo.

Otras cosas que pueden ayudar:
• Sentarse derecha.
• Dormir apoyada en una almohada.
• Descansar cuando sientas que te falta el aliento.
• Moverse a un ritmo más lento.

Si de repente tienes una dificultad para respirar que es inusual debes ver al médico de inmediato o acudir a urgencias.

Estreñimiento: Los cambios hormonales en tu cuerpo durante el embarazo hacen que digieras la comida más despacio. Al aumentar de tamaño, tu útero presiona los intestinos y recto, haciendo que ir al baño sea una tarea casi imposible. Si el estreñimiento es severo puede ocasionar hemorroides, que son várices o venas inflamadas en el área del ano. Para lidiar con el estreñimiento debes incluir fibra en tu dieta y tomar más agua. Puedes aliviar el estreñimiento:

• Comiendo frutas y verduras crudas, como ciruelas pasas, para obtener más fibra.
• Consumiendo cereales integrales o de salvado para obtener más fibra.
• Bebiendo abundante agua (8 a 9 tazas al día).

Si pese a adoptar estas medidas no obtienes buenos resultados, habla con tu ginecólogo para que te indique algún laxante que sea seguro durante el embarazo.

Manchas en la piel: Las hormonas del embarazo causan un aumento en la producción de la melanina, el pigmento responsable por la coloración de la piel. Como resultado, se oscurecen tus areolas, el área genital, aparecen manchas en la cara y una línea negra vertical que atraviesa tu abdomen. Estas manchas suelen desaparecer después del parto, cuando tu balance hormonal vuelve a la normalidad. Mientras tanto, protege tu piel del sol utilizando bloqueador solar.

Dolor de espalda: El embarazo tensiona su espalda y la postura. Para evitar o reducir los dolores de espalda, puedes:

• Usar zapatos de tacón bajo.
• Dormir de lado con una almohada entre las piernas.
• Sentarte en una silla con un buen soporte para la espalda.
• No permanecer de pie por mucho tiempo.
• Flexionar las rodillas para levantar cosas: no doblarse por la cintura.
• No levantar objetos pesados.
• Usar calor o frío en la parte adolorida de tu espalda.
• Pedirle a alguien que te masajee o te frote la parte adolorida de tu espalda.
• Hacer los ejercicios para la espalda que el médico te sugiera.

Entumecimiento y hormigueo: A medida que el útero crece, puede ejercer presión sobre los nervios de las piernas. Esto puede causar entumecimiento y sensación de hormigueo en las piernas y los pies, lo cual es normal y desaparecerá después de dar a luz (puede tardar desde unas cuantas semanas a meses). También puedes presentar entumecimiento u hormigueo en las manos y los dedos de las manos. Tal vez lo notes con más frecuencia cuando te despiertas por la mañana. Esto también desaparece después de dar a luz, aunque no siempre de inmediato.

Hinchazón, venas varicosas y hemorroides: La hinchazón en las piernas es común. Puedes ver más hinchazón a medida que se acerca al momento de dar a luz. La inflamación es causada por el útero que presiona sobre las venas.
• También puedes observar que las venas de la parte inferior de tu cuerpo se vuelven más grandes.
• En las piernas, éstas se llaman venas varicosas.
• También es posible tener venas cercanas a la vulva y la vagina que se hinchan.
• En el recto, las venas que se hinchan se denominan hemorroides.

Para reducir la hinchazón:

• Levanta las piernas y descansa los pies sobre una superficie más alta que su vientre.
• Acuéstate de lado en la cama.
• Usa medias de descanso o medias de liguero.
• Reduce los alimentos salados. La sal funciona como una esponja y hace que su cuerpo retenga más agua.
• Trata de no hacer fuerza durante las defecaciones. Esto puede empeorar las hemorroides.

Sangrados nasales y de las encías: Algunas mujeres tienen sangrado de la nariz y las encías durante el embarazo. Esto se debe a que los tejidos en estas áreas se secan y a que los vasos sanguíneos se dilatan y están más cerca de la superficie. Puedes evitar o reducir el sangrado:

• Tomando grandes cantidades de líquidos.
• Obteniendo gran cantidad de vitamina C, a partir del jugo de naranja o de otras frutas y jugos.
• Usando un humidificador (un dispositivo que pone agua en el aire) para disminuir la resequedad de la nariz o los senos paranasales.
• Cepillándose los dientes con un cepillo de dientes suave para disminuir el sangrado de las encías.
• Manteniendo una buena higiene dental y usando hilo dental todos los días para mantener sus encías saludables.


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