¿Por qué se hacen las «patas de gallo» y cómo prevenirlas?

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¿Por qué se hacen las «patas de gallo» y cómo prevenirlas?

Las patas de gallo pueden ser una señal que nos manda nuestro hígado para indicarnos que debemos desintoxicarlo. Si mejoramos este órgano también conseguiremos avances contra esas marcas en los ojos.

Por: Mejor con Salud

Las patas de gallo no son solamente una cuestión estética que preocupa a muchas personas que sienten que les da un aspecto más envejecido.

También indican cómo está funcionando nuestro hígado. Por este motivo podemos prevenirlas de manera natural y, a la vez, mejorar nuestra salud en general.

Descubre en este artículo el verdadero significado de las patas de gallo y cómo prevenirlas de manera sencilla, efectiva y natural, sin recurrir a costosos tratamientos de belleza.

¿Qué son y qué indican las patas de gallo?

Las patas de gallo son las arrugas horizontales que aparecen en el borde externo de los ojos, en dirección a la sien, y que se acentúan cuando sonreímos o nos reímos.

Aunque es una marca de expresión, el hecho de que a algunas personas se les vean más que a otras está relacionado con el funcionamiento del hígado.

Las patas de gallo pronunciadas, sobre todo cuando son desde edades prematuras, como a partir de los 20 años, están indicando una debilidad en la función hepática.

¿A qué se debe la debilidad hepática?

Drogas y agentes químicos

Hay muchos factores que pueden perjudicar al funcionamiento de nuestro hígado y, como consecuencia, favorecer la aparición de las patas de gallo:

  • Una alimentación desequilibrada, con un exceso de frituras y grasas de baja calidad (bollería, margarina, embutidos, cremas lácteas, etc.), azúcares, edulcorantes artificiales y harinas refinadas.

Las carnes y los lácteos deberían de consumirse con moderación.

  • Aditivos alimentarios, presentes en gran cantidad de alimentos no ecológicos.
  • Determinados medicamentos.
  • Hábitos tóxicos como el alcohol o el tabaco.
  • Emociones negativas, en especial la rabia o la ira.
  • Estrés.
  • Contaminación ambiental.

¿Cómo mejorar la función del hígado?

El hígado es un órgano que cumple funciones relacionadas con el metabolismo, el sistema inmunitario y la depuración de la sangre.

Aunque sufre las consecuencias de muchos factores que nos influyen de manera directa cada día, también tiene la sorprendente capacidad de regenerarse.

Por este motivo, con algunos remedios y técnicas naturales podemos mejorar su actividad y prevenir o reducir las patas de gallo.

Aplicación de calor

Aplicación de calor

El hígado es un órgano que tiende a enfriarse cuando se debilita, por lo que podemos aplicarle calor de forma local para mejorar su función.

Podemos hacerlo de diferentes maneras:

  • Esterilla eléctrica
  • Bolsa de agua caliente
  • Toalla húmeda caliente, con una toalla seca encima

Nos lo aplicaremos durante media hora cada día antes de acostarnos, ya que puede hacernos sentir cansados.

Enema de café

Cuando realizamos enemas de café aumentamos la actividad de la enzima GGT(gamma-glutamil-transferasa o transpeptidasa).

Esta es imprescindible para tener un hígado saludable. Así facilitamos la expulsión de bilis y depuramos el organismo.

Los enemas se realizan con café ecológico tostado y en polvo, y se pueden aplicar una o dos veces por semana.

Plantas medicinales

Diente-de-león

Las plantas medicinales amargas favorecen el hígado y mejoran la digestión en general.

De este modo, mediante infusiones podemos regular y mejorar la función hepática sin efectos secundarios, para prevenir también la aparición de las patas de gallo.

Podemos tomar cada noche una infusión medicinal a base de plantas medicinales beneficiosas para el hígado:

Las podemos endulzar con estevia y potenciar todavía más sus efectos con un chorro de jugo de limón.

Suplementos a base de aminoácidos

Una de las maneras más cómodas de depurar el hígado consiste en tomar suplementos a base de plantas, nutrientes y otros remedios beneficiosos para el funcionamiento de este órgano.

Una de las opciones son los aminoácidos, en particular los siguientes:

  • L-Arginina
  • L-Ornitina
  • L-Citrulina

Nota: Aunque los aminoácidos potencian la función del hígado, no deberían consumirse en casos de cirrosis.


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