¡Preste atención al VRS!

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El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es una enfermedad común que generalmente causa síntomas leves, sin embargo, puede provocar infecciones graves en los pulmones de bebés prematuros.

Por Luis Solís

Los virus respiratorios son una de las principales causas de hospitalización entre los bebés. Uno de los más comunes es el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), enfermedad estacional muy común que se transmite fácilmente de persona a persona, causando por lo general síntomas leves, como congestión nasal, tos, pérdida de apetito, estornudos, fiebre, dolor de cabeza y sibilancias. Sin embargo, en prematuros y niños pequeños de alto riesgo puede provocar infecciones graves en los pulmones y otras complicaciones que hasta los lleva a requerir atención hospitalaria. De ahí el llamado a que los padres estén muy alertas.

“Más de la mitad de los bebés están expuestos al este virus en su primer año de vida, el cual se propaga al estornudar, toser o al tocar algo que pueda contener el virus. Su período de incubación es de 2 a 8 días y los síntomas varían según
edad, factores de riesgo, exposiciones ambientales y antecedentes de infecciones previas. En el 90% de los casos diagnosticasos como graves, el VRS puede ocasionar bronquiolitis (inflamación de las vías respiratorias pequeñas en los pulmones) y en el 50% neumonía”, explica Manuel Soto, pediatra y neumólogo.

¿Cómo proteger a nuestros hijos?

Para prevenir el contagio de este virus aún no existen vacunas disponibles. Sin embargo, hay otras opciones como anticuerpos monoclonales, que son proteínas de defensa que se inyectan al bebé para brindarle protección, particularmente para evitar los casos graves y hospitalizaciones por la enfermedad. Esto se vuelve aún más importante para niños prematuros, cuyos sistemas inmunes son más débiles, y para menores con enfermedades asociadas, como cardiopatías congénitas, dado el mayor riesgo que tienen de sufrir complicaciones severas si llegan a enfermarse.

Comunicación abierta

Soto agrega que mantener un canal abierto con el pediatra, especialmente para padres primerizos, es vital para que los infantes no desarrollen cuadros graves de la enfermedad.

“Si el menor presenta síntomas de fiebre, falta de apetito y respiraciones irregulares, lo mejor es comunicarlo de inmediato al especialista para valorar si es necesario ir al hospital o si es factible manejarlo con una cita en el consultorio. La prevención siempre va a ser mejor para que no haya mayores consecuencias”, determina el neumólogo pediatra.

Recomendaciones para los padres y responsables del cuido de menores de edad

  1. Extremar las medidas de higiene, como el lavado frecuente de manos.
  2. Aplicar el protocolo de tos y estornudo
  3. Mantener la limpieza regular de superficies y juguetes
  4. No compartir los utensilios de comer
  5. Evitar el contacto cercano con personas enfermas y el fumado, pues los
    lactantes que son expuestos al humo del tabaco presentan un mayor riesgo
    de adquirir el virus y agravar su situación clínica.

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