La inequidad en el trabajo no remunerado en el hogar es fundamental para explicar la desigualdad de género en los empleos remunerados

Por Expansión 

La carga de trabajo que tienen las mujeres en el hogar es uno de los motivos que no les permite acceder a buenas fuentes de empleo.

La inequidad en el trabajo no remunerado en el hogar es fundamental para explicar la desigualdad de género en los empleos remunerados, de acuerdo con un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) llamado «Construir un México inclusivo: políticas y buena gobernanza para la igualdad de género».

«Las mexicanas realizan en su casa más de tres cuartas partes de todos los quehaceres domésticos y el cuidado de los niños sin pago alguno», dice el informe de la OCDE.

La mujeres siguen cargando con estas tareas «porque es un trabajo que no se comparte en la vida familiar y porque tampoco hay un soporte suficiente para que puedan incorporarse al mercado laboral en mejores condiciones», refiere Carmen Ponce Meléndez, economista con perspectiva de género.

«La carencia de guarderías para la mujer trabajadora es tal que se estima que el 70% de los hijos de las trabajadoras son cuidados por los familiares, sobre todo las abuelas», agrega.

Se trata de un «acuerdo» sustentado en la cultura del patriarcado en donde las mujeres se tienen que hacer cargo de los enfermos porque es “lo natural” que hagan las mujeres. Es el famoso techo de cristal.

Carmen Ponce asegura que mientras más pobre es la mujer, tiene más carga de trabajo doméstico no remunerado y por lo tanto, menos posibilidades de incorportarse al mercado laboral en buenas condiciones.

En las grandes empresas que es donde están las posibilidades de ascenso y de crecimiento profesional, la participación de la mujer es muy limitada, concluye la experta.