Cargas inequitativas absorben fuerzas de mujeres trabajadoras

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Costa Rica requiere facilitar la incorporación de mujeres al mercado laboral y el trabajo híbrido podría promover un mayor involucramiento de la fuerza laboral femenina.

Por Revista MJ

En Costa Rica, un 86% de las personas consultadas indicaron que la modalidad de trabajo sería el principal factor en la toma de decisión si estuvieran en búsqueda de empleo, de acuerdo con el estudio sobre tendencias laborales realizado por WeWork en conjunto con Michael Page.

El modelo híbrido, que permite alternar el área de trabajo entre la casa y la oficina, podría facilitar la participación femenina en el mercado laboral. En ese sentido, la investigación “Women in the Workplace” 1 , uno de los más extensos estudios cualitativos y cuantitativos enfocados en la inclusión y la equidad de género en las empresas de los Estados Unidos, señala que un 43% de las mujeres líderes manifestó pasar por periodos de agotamiento extremo, frente a sólo el 31% de hombres con su mismo nivel de responsabilidad laboral.

Sumado a ello, la investigación indica que las mujeres en condiciones de liderazgo son más proclives a buscar una mejor cultura laboral y estas líderes tienen 1.5 más probabilidades que los hombres en posiciones equivalentes de haber cambiado de trabajo porque su carga era inmanejable, especialmente por asumir tareas domésticas y cuidados a la familia; este desequilibrio es especialmente marcado entre hombres y mujeres en puestos directivos.

“Cuando pensamos en el trabajo híbrido es usual relacionarlo con la reducción del tiempo de movilización casa-oficina, el menor consumo de combustible, o una mayor productividad. Sin embargo, subyacente a estas ventajas prácticas, también está la posibilidad de balancear mejor la carga laboral y la vida personal. Esto es especialmente relevante en dos sentidos: tanto para las mujeres trabajadoras, quienes suelen tener un papel protagónico en la dinámica de sus familias, pero además contribuye a que los hombres asumamos nuevos roles en nuestros hogares y, por lo tanto, las responsabilidades se distribuyan más equitativamente entre todos los convivientes”, explicó Federico Reyna, Business Manager de WeWork Costa Rica.

De acuerdo con Reyna, la necesidad de flexibilidad en el entorno laboral no se reduce a ejemplos de mujeres líderes empresariales en los Estados Unidos, sino que es un reclamo global de las mujeres en todo nivel laboral. Este es el caso de Costa Rica, donde los recientes Estudios Económicos de la OCDE 2 señalan que la participación femenina en el mercado laboral se ve obstaculizada por las responsabilidades familiares, particularmente en familias de bajos ingresos.

El mismo estudio de la OCDE para nuestro país indica que promover la participación femenina en el mercado laboral y aumentar aún más las tasas de empleo prometería mejorar significativamente las perspectivas de crecimiento de la nación. Sin embargo, para que esto suceda es imperativo potenciar la participación femenina en el mercado laboral, para aprovechar a cabalidad el potencial de crecimiento de Costa Rica y reducir la desigualdad estructural.

Justamente, como explica Reyna, una de las maneras de facilitar la incorporación de mujeres en la fuerza laboral es incrementando las opciones del trabajo híbrido. Según el informe “Women in the Workplace”, solo 1 de cada 10 mujeres encuestadas desea trabajar únicamente en oficinas, mientras que la mayoría de ellas apuntan al trabajo remoto o híbrido como una de las razones principales para integrarse o permanecer en una organización.

Esta preferencia se debe no solo a la flexibilidad sino que señalan sentirse más seguras cuando utilizan esta modalidad de trabajo. Finalmente, un 49% de las mujeres líderes indicó que la flexibilidad es uno de los tres aspectos principales que ellas consideran cuando deciden unirse o permanecer en una compañía, esto en contraste con un 34% de los hombres en posición de liderazgo.

Mujeres jóvenes buscan un cambio

En términos de atracción y retención del talento, las empresas que no tengan en cuenta la flexibilidad como valor asociado a su oferta de empleo podrían estar en riesgo de perder mucho del potencial que hay en las mujeres jóvenes bien preparadas.

En este sentido, el informe destacó que más de dos tercios de las mujeres menores de 30 años dicen que les importa más que hace dos años la flexibilidad y el compromiso de la empresa con el bienestar de las personas; múltiples responsables de RRHH afirman que ofrecer opciones de trabajo flexibles les ha ayudado a diversificar sus fuentes de talento y a retener a más colaboradores de grupos infrarrepresentados.

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