Consumo de alcohol durante el embarazo puede asociarse a trastornos físicos y mentales irreversibles

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Consumo de alcohol durante el embarazo puede asociarse a trastornos físicos y mentales irreversibles

Este grupo de alteraciones en los bebés se conoce como Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) y su causa es el consumo de alcohol durante el embarazo

Por Mamá Joven 

Si una mujer consume alcohol de forma nociva durante este período tiene más probabilidad de dar a luz un bebé con problemas físicos, mentales y de crecimiento. El consumo de licor durante el embarazo puede causar, además, abortos, bajo peso al nacer y partos prematuros.

Es por eso que se recomienda a todas aquellas mujeres que decidan tener un bebé abstenerse de consumir bebidas alcohólicas para asegurar un mejor ambiente para la concepción y desarrollo del feto.

Entre los síntomas comunes que presentan los bebés con dicho síndrome, cuyas madres consumieron alcohol se encuentran: disminución del tono muscular y una inadecuada coordinación, retraso en el desarrollo y problemas en áreas como el lenguaje, pensamiento, movimiento o habilidades sociales, anomalías cardiacas, entre otros.

“Ningún momento del embarazo se considera seguro para consumir alcohol. Cuando una mujer embarazada consume licor, el bebé en su vientre también lo hace. El alcohol en la sangre de la madre pasa de la placenta al feto a través del cordón umbilical. El consumo durante el embarazo puede causar abortos espontáneos, nacimiento de bebés muertos y una variedad de trastornos de por vida”, comentó Mónica Solórzano, Directora Ejecutiva de Educalcohol.

Justamente ese grupo de alteraciones asociadas al consumo de alcohol durante el embrazo se conocen como Trastorno Alcohólico Fetal (TEAF), que es un grupo de enfermedades que podrían tener o no características físicas visible, por lo que su comportamiento sería el principal síntoma visible de su enfermedad. Por el contrario, un niño con un TEAF severo, podría tener manifestaciones físicas y mentales muy evidentes, como mala coordinación, dificultad para aprender, retrasos del lenguaje, cabeza pequeña y problemas de audición o del corazón.

La Organización Mundial de la Salud y el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos recomiendan evitar el consumo de alcohol durante el embarazo para prevenir la aparición de trastornos asociados a la ingesta de licor, aún en pequeñas cantidades. Datos de la OMS revelan que las mujeres mayores de 15 años de la región de las Américas registran una tasa de trastornos por consumo de alcohol que duplica el promedio mundial.

“Por esta razón, en Educalcohol trabajamos en el establecimiento de alianzas con grupos organizados y con centros de salud, con el objetivo de ofrecer charlas y talleres informativos para sensibilizar a las futuras madres sobre la importancia de prevenir el consumo del alcohol durante el embarazo”, concluyó Solórzano.

Quienes deseen conocer más sobre estos temas, pueden visitar la página web www.educalcoholcr.org o los perfiles sociales de la organización en Facebook (Educalcohol Costa Rica) e Instagram (EducalcoholCR) y los interesados en programar charlas o talleres educativos para empresas, centros hospitalarios, padres de familia y centros educativos pueden solicitar información a través del correo info@educalcoholcr.org o al teléfono 2290-5570.

Importante agregar para finalizar que durante el embarazo, las mujeres deben considerar una alimentación sana y consumir más líquidos sin contenido alcohólico para compensar el aumento del volumen de la sangre. Se recomienda consumir agua, ya que les permite hidratar el cuerpo y facilitar el flujo de nutrientes hacia el torrente sanguíneo del bebé.

¿Cómo identificar a un niño con el Trastorno Alcohólico Fetal (TEAF)?

  • Características faciales anormales.
  • Cabeza pequeña.
  • Estatura más baja del promedio.
  • Bajo peso corporal.
  • Problemas del corazón, huesos y riñones.
  • Mala coordinación.
  • Conducta hiperactiva.
  • Dificultad para prestar atención.
  • Mala memoria.
  • Dificultades en la escuela (especialmente en matemáticas).
  • Discapacidades de aprendizaje.
  • Retrasos en el habla y el lenguaje.
  • Discapacidad intelectual o coeficiente intelectual bajo.
  • Capacidad de razonamiento y juicio deficiente.
  • Problemas de succión y de sueño en los bebés.
  • Problemas de la audición y de la vista.
  • Problemas cardiacos, renales y óseos.

Fuente: https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/fasd/alcohol-use.html PAHO-Alcohol And Women´s Health Infographics v04 ESP.pdf.


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