Organice su hogar y empiece a realizar cambios que le permitan reflejar un estilo de vida exitoso, limpio e iluminado, con espacios dispuestos para recibir el futuro que desea.
Por Amalia Jara Ocampo, arquitecta / Fotografía BoConcept
El hogar es un santuario, un refugio de seguridad y un entorno vital que proyecta, indudable, nuestra personalidad. El orden habla bien de usted, mientras que el desorden en el espacio físico compromete su estado emocional, el adecuado flujo de las energías y la armonía en el hogar.
Consejos útiles
1 Evite ser un acumulador, Guardar poseciones durante años, como diarios, revistas, libros, objetos y ropa en desuso, provoca una relación afectiva y de dependencia emocional hacia las cosas. Para salvar su hogar de caer en el caos, deshágase de todos los objetos inútiles que tenga guardados y limpie los estantes para que ese vacío permita el ingreso de nuevas adquisiciones. Es un ejercicio muy liberador y terapéutico.
2 No trate de ocultar la acumulación y el desorden detrás de una habitación de la casa. Esa es una señal de que le brinda demasiada importancia a su apariencia externa, sin importar el interior. Considera que la desorganización no existe porque los demás no alcanzan a verla, pero en realidad se encuentra ahí y usted lo sabe. No se engañe y dispóngase a limpiar ese espacio subutilizado que afecta el flujo de la energía positiva en el hogar y desgasta su armonía interna como persona.
3 Procure que su oficina o espacio de trabajo se mantenga en constante orden. Lo contrario refleja falta de creatividad, baja capacidad de síntesis y mala disposición para cumplir las metas y proyectos. Aprenda a Planificar sus labores cada día, acomode sus documentos en estantes y archivos, no los acumule sobre los muebles. Su escritorio o mesa de trabajo deben verse inmaculados. Eso demuestra que usted es una persona de confianza, muy profesional en su oficio y que cuenta con capacidades altamente productiva.
4 Mantenga el closet organizado. Si tiene ropa que no ha usado en seis meses debe dejarla ir. Done las prendas limpias y en buen estado, no sin antes agradecerles por el tiempo servido. Ese ejercicio le permitirá despedirse sin culpas y dejar espacio para un nuevo guardarropa.
VENZA EL SÍNDROME DE DIÓGENES QUE PROVOCA UNA DEPENDENCIA AFECTIVA Y EMOCIONAL HACIA LA ACUMULACIÓN DE OBJETOS EN EL HOGAR Y NO PERMITE ABRIR ESPACIOS HACIA NUEVAS EXPERIENCIAS LABORALES, SOCIALES O AMOROSAS.