Estimulación prenatal: un método efectivo para generar un vínculo entre madre e hijo

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La estimulación prenatal promueve el vínculo afectivo de la mamá con el bebé, al mismo tiempo que ayuda a promover su capacidad neuronal. Realícela con prácticos ejercicios.

Por Ivannia Varela

De unos años para acá, el término estimulación prenatal ha cobrado fuerza. Aunque el bebé en el vientre apenas se está desarrollando, se ha comprobado científicamente que desde fases tempranas de la gestación comienza a experimentar sensaciones gracias al “despertar” paulatino de los sentidos.

Para Catalina Cárdenas, psicóloga clínica y especialista en estimulación temprana de Torre Médica Momentum, por medio de actividades específicas, las mamás pueden promover la capacidad neuronal de su hijo desde que está en la pancita y al mismo tiempo, comenzar a establecer un vínculo afectivo con él. Este enlace resultará vital para el crecimiento integral del niño.

Lo mejor de todo es que en este proceso también pueden intervenir otros miembros de la familia como el papá, los hermanitos, abuelos y otras figuras clave. ¿Cuál es la forma efectiva de hacerlo? La experta nos responde:

  • Los ejercicios o actividades se deben planificar y ejecutar de acuerdo con la evolución del embarazo, ya que  conforme este avanza también se desarrollan los sentidos y se deben aprovechar esos canales para hacer llegar la estimulación.
  • Si se ha comprobado que el bebé estrena su capacidad auditiva a partir de la semana 20, entonces –a pesar de las distorsiones que ofrecen la piel y el líquido amniótico– es posible que la mamá le converse o que los otros miembros de la familia se acerquen al vientre y le hablen. Así se incentiva el afecto, pero también se favorece la transmisión de la cultura a la que pertenecerá el feto: idioma, costumbres, etc.
  • Más adelante también podría ser efectivo colocarse unos audífonos en el abdomen para que el bebito escuche música o sienta la vibración.
  • A partir del segundo trimestre y hasta el final del embarazo se puede jugar con la luz de un foco potente que se acerque y se mueva lentamente alrededor del estómago de la mamá. Conforme el bebe reconozca la luz, la madre va a notar cómo se mueve dentro de su pancita buscando ese estímulo.
  • Después de la semana 30 se recomienda realizar ciertos masajes o caricias suaves sobre la barriguita de la mamá. El niño sentirá placer y poco a poco, junto a la estimulación sonora, comenzará a desplazarse hacia la fuente de estímulo.
  • Cuando la madre recibe masajes, ella también se sentirá feliz y relajada, y producirá hormonas que generan sensaciones placenteras que beneficiarán al bebé.
  • En el mercado existen métodos específicos para estimulación prenatal y pueden aprovecharse. Sin embargo, si no se tiene acceso a ellos, la estimulación no tiene por qué verse afectada. Muchas de las actividades se pueden realizar con materiales que se tienen al alcance en el hogar.

 Comprobado

  • Se ha visto que, a los 18 días o un poco antes, el cerebro del embrión comienza a desarrollarse y formar células nerviosas.
  • A partir del cuarto mes el feto consigue percibir algunos sonidos, incluso los que provienen del exterior.

Además, es capaz de chuparse el dedito, sentir su cuerpo y el cordón umbilical. En el vientre llora, duerme y responde a ciertos alimentos que consume su madre.

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