El vestido, atrevido o clásico, protagoniza la vuelta de la moda a Nueva York

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Parte de los diseñadores que protagonizaron esta jornada inicial de la Semana de la Moda, como Helmut Lang, Gigi Burris o Zankov, optaron por un enfoque íntimo.

Por EFE

Nueva York arrancó este viernes su Semana de la Moda con el vestido como protagonista: revelador y brillante para sobresalir en una fiesta, según la propuesta de Bronx + Banco, o práctico a la par que elegante para ir del trabajo a un cóctel, de acuerdo con el diseñador colombiano Raúl Peñaranda.

Las dos casas de moda estuvieron entre las pocas que presentaron desfiles presenciales en la primera jornada de una Fashion Week descentralizada e híbrida, a la medida de la pandemia, y en la que el reencuentro entre los amantes de la moda hizo olvidar, en muchos casos, la distancia y la mascarilla.

Bronx + Banco, obra de la diseñadora rusa criada en Australia Natalie De’Banco, eligió el hotel Bowery para mostrar una atrevida colección que evocaba el sueño de «una noche en París», con conjuntos que abrazaban el cuerpo como una segunda piel, recubiertos de apliques brillantes y pedrería.

El público de unas doscientas personas, eminentemente joven y lleno de «influencers», no soltó ni un momento su celular, en el que quedó grabado con toda seguridad un sinuoso vestido largo de aire ochentero con cascada de lentejuelas doradas y cortes estratégicos a la cintura.

Algunos conjuntos generaron exclamaciones, como un vestido asimétrico con estampado de cebra que dejaba al aire pierna y torso, mientras que otros hicieron contener la respiración, como un mono transparente adornado con una boa de plumas fucsia que rodeaba los hombros.

Por su parte, el colombiano Peñaranda presentó en el hotel Baccarat su colección «Imparable», inspirada en iconos como Coco Chanel o Audrey Hepburn, con originales minivestidos a los que superponía en la cintura una falda larga, voluptuosa y envolvente para crear una versión de gala.

«La falda lleva el vestido del día a la noche» y es el elemento que permite «ahorrar tiempo» a las musas del modisto, mujeres profesionales entre los 40 y 70 años que buscan lucir «bellas y clásicas» en sus obligaciones y en el tiempo de ocio, según dijo a Efe entre bambalinas.

En el desfile, que se dividió en dos partes para mantener reducida la audiencia, el excolaborador de Óscar de la Renta mostró tres tipos de faldas «wraparound»: una tipo cascada, con pliegues y cierre a un costado; otra con volantes en la parte de atrás que descubrían las piernas, y otra asimétrica.

Parte de los diseñadores que protagonizaron esta jornada inicial de la Semana de la Moda, como Helmut Lang, Gigi Burris o Zankov, optaron por un enfoque íntimo y solo mostraron sus creaciones bajo cita previa, mientras que de cara a esta noche los desfiles más esperados son los de Proenza Schouler y Christian Cowan.

Hoy en su última día de la semana de moda, con cerca de la mitad de los diseñadores apostando por actos presenciales y el resto por fotos y vídeos colgados directamente en internet, les acompañan una constelación de eventos que atraen como un imán a famosos y «fashionistas», que ya se ven por las calles.

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