¿Su hijo es picky eater?

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¿Su hijo es picky eater?

Tener un niño mañoso en casa hace que los papás piensen en las mejores estrategias para lograr que coman

Por Dra. Kathryn von Saalfeld, Clínica de Nutrición von Saalfeld

Para muchos padres no hay situación más agobiante que cuando los niños se rehúsan a comer y se vuelven selectivos con su comida. Y entonces los papás piensan: ¿Irán a desnutrirse? ¿No van a crecer bien? ¿Será que no les gusta mi comida?

Es probable que ya ha ensayado varias estrategias: presiones, castigos, premios, regañar, aplaudir y sigue obteniendo un «no» rotundo de respuesta. La buena noticia es que hay otras estrategias mejores que pueden ayudarle a que cada tiempo de comida no sea un campo de batalla.

Primero que todo, es importante saber cómo está el estado de crecimiento de su hijo. Hay niños melindrosos que “no comen” y aún así, siguen creciendo perfectamente de acuerdo con su curva de crecimiento. Otros niños no lo hacen. Es fundamental determinar esto con su pediatra para establecer las estrategias a seguir.

Por otra parte, uno de los errores más frecuentes que encuentro en la consulta con niños es que se llena de líquido calórico durante todo el día, sea leche, te frío, jugos de cajita o fresco natural. Cuando ellos consumen azúcar, su apetito disminuye naturalmente. Esto podría ser uno de los factores que esté afectando el apetito en el almuerzo o la cena.

Por último, otro error es tratar de “repellar” lo que los niños no comieron en el almuerzo o cena con mini-meriendas durante toda la mañana o toda la tarde. Otra vez encontramos un factor determinante que afecta el apetito para los tiempos de comida principales.

Qué comen y cómo comen

¿Y por qué es tan importante que se alimenten bien durante los tiempos de comidas principales (desayuno, almuerzo y cena)? Aquí es donde van a obtener la mayoría de los nutrientes principales para su crecimiento como el hierro de las carnes, el huevo y los frijoles, proteína de las carnes y vitaminas y minerales de los vegetales y ensalada, entre otros.

Cuando tenemos horarios de comida bien establecidos, orden en la casa y reglas que se deben seguir –ser enfático en poner y respetar límites–, existe más probabilidad de tener éxito con las comidas. La cocina no debe ser un restaurante y no hay que preparar comida especial para el niño. Este debe acostumbrarse a comer lo que se ofrece en casa.

El otro ingrediente crucial es paciencia y amor. Recuerde que el rechazo inicial a los alimentos novedosos es una respuesta innata, ya que es un mecanismo de defensa que todos tenemos. Se ha comprobado que se necesitan 15 a 20 exposiciones para que un niño acepte un alimento nuevo.

¡No se rinda con el primer no! Siga ofreciendo el alimento, en diferentes maneras y dele la oportunidad para que lo pruebe. Si no lo vuelve a poner en la mesa, es lógico que nunca se lo vuelva a pedir.

Tips de ayuda

  1. Ofrezca siempre una opción familiar en el plato junto con una opción nueva. Por ejemplo, si sabe que el pollo siempre lo come feliz, ofrézcale pollo junto con 1 o 2 opciones de alimentos nuevos.
  2. Resista la tentación de hacer comentarios positivos o negativos. Haga el mejor esfuerzo para no comentar si escoge algo o no. Tampoco aplauda si escoge algo, ya que esto puede prestarse para manipulación a futuro.
  3. Cuando no quiere comer. Cuando su hijo no quiere nada de lo que se ofrece en la mesa, no le dé Enséñele a que puede decir que no quiere; pero entonces que permanezca en la mesa acompañando al resto. No convierta su cocina en restaurante.

Trate de que cada comida sea placentera y agradable. Ponga como propósito que se mantenga el amor y armonía en las comidas. Las presiones y regaños no van con este propósito.


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